Gisele Bundchen es una supermodelo internacional, pero no se le caen los anillos por limpiar su casa. Lejos de desentenderse de esas tareas, reconoce que le gustan mucho porque las encuentra relajantes.
"Me encanta. Limpiar la casa es realmente terapéutico para mí. No puedo poner en palabras lo mucho que me gusta", ha declarado el ángel de Victoria's Secret, según recoge Contact Music.
La modelo y su marido, Tom Brady, ponen además mucho cuidado a la hora de proteger el medio ambiente, e intentan reflejarlo a la hora de elegir su vivienda. "Nuestra casa de Los Angeles tiene paneles solares y usamos madera reciclada", ha afirmado, reconociendo además que su casa de Costa Rica se rige por el mismo criterio.
Esa preocupación por la naturaleza se extiende también a su hijo Benjamin, de un año, y al hijo de Tom Brady -Jack, de tres años-. "Le doy a Benjamin juguetes de Jack en lugar de comprar nuevos y aumentar el gasto", afirma Gisele.
Y cuando el trabajo como modelo, sus proyectos personales y la preocupación por el entorno suponen demasiada carga, Bundchen sabe lo que realmente consigue calmarla: el pequeño Benjamin.
"Me encanta oír sus risas. Cuando todo se vuelve loco y te sientes superada porque es demasiado, tu niño te sonríe y ves que merece la pena", ha reconocido.