(Libertad Digital) Los más de 400 millones de espectadores que seguían Operación Triunfo podrán volver a disfrutar del concurso, pero esta vez bajo una estrictas normas de “decoro” y totalmente alejado de cualquier “vulgaridad”. Esa son las condiciones del régimen chino de cara al restablecimiento del concurso, que no se libró de la férrea censura china.
La nueva versión autorizada por la Administración de Cina, Radio y Televisión de China se llamará “Happy Girls”, y en él losp resentadores y cantantes tendrán que hablar de forma “decente”. Su jurado tampoco se libra: según ABC, deberán hablar y actuar con “cortesía” en un concurso que sólo podrá durar dos meses, siendo emitido además a partir de las diez y media de la noche para no perturbar la moralidad de los telespectadores.
Hace tres años, dice ABC, Liu Zhongde, ex ministro de cultura y miembro de un órgano asesor del Gobierno, expresó su malestar con OT, asegurando que “envenenaba la mente de la juventud porque les confundía con la idea de alcanzar el éxito a toda costa y sin esfuerzo”. Operación Triunfo no fue el único programa en caer bajo las exigencias de la censura del gigante asiático: otros programas de emisión nacional fueron cancelados debido a la presión del régimen.
Según ABC, la emisión del programa en China suponía un soplo de aire fresco y rebeldía. Planteaba, aunque fuera de forma inconsciente, un verdadero desafío para el sistema dictatorial del régimen, puesto que su sistema de votaciones a través de mensajes de teléfono móvil era un ejemplo de democracia bastante peligroso para el régimen comunista.
Hunan TV se verá obligada, de ese modo, a buscar nuevos sistemas de interactuación con el público, que deberá premiar las canciones descargándolos a través de la página web del concurso.
Pese a estas condiciones, OT se prepara otra vez para arrasar en los índices de audiencia orientales.