(Marga M. Francés) Sus autoras, Carmen Duerto y Cecilia Crego, han escrito una biografía de la infanta "no autorizada", aunque las revelaciones de la obra, según los reportajes que publican Diez Minutos y Semana, no llegan al nivel del polémico libro de Pilar Urbano sobre la Reina.
No hay en el libro opiniones sobre temas espinosos sino datos más o menos desconocidos sobre la vida de la hija mayor de los Reyes. De entre ellos destaca, sobre todo, uno: el momento en que Elena se vio al borde del trono cuando el Príncipe Felipe estuvo a punto de poner por delante de la sucesión su relación con la modelo noruega Eva Sannum.
La Infanta Elena estuvo muy cerca de convertirse en sucesora y cuenta la biografía que no le gustó. "Sintió que se le venía el mundo encima", dicen. El libro, según explican Diez Minutos y Semana, habla también de la niñez de la Infanta, de su "genio" y de su relación con el Rey, más fácil que con la Reina. Cuentan que bailaban juntos en la acera, cuando él iba a buscarla al colegio.
También dan detalles de su vida sentimental: su primer novio, Luis Astolfi, no aguantó, afirman, la presión de salir con la hija del Rey con todo lo que ello implica, con encuentros "furtivos" y la constante presencia de los guardaespaldas.
"Oso y osa"
Jaime de Marichalar tuvo que pedirle varias veces que se casara con ella hasta que aceptó. Apuntan los problemas que pudieron deteriorar el matrimonio: Marichalar, dicen, no le dio suficiente importancia a las pasiones de la Infanta Elena, como la hípica, ni se implicó del todo en la actividad pública de su mujer. Pero los problemas no llegarían hasta los últimos años; en los primeros tiempos de la relación, ambos se denominaban cariñosamente "oso y osa" en las notas que se escribían.
El resto de las revistas es para Penélope Cruz y las portadas son casi unánimes: la actriz posando con su premio. Según ¡Hola!, no quiso separarse de él en toda la noche y las imágenes de las fiestas a las que acudió tras la gala así lo prueban. Junto a ella, celebrando su triunfo, estuvieron su hermana, su amiga Goya Toledo y Salma Hayek, que preparó una fiesta en su honor.
Todas ellas acabaron con una "P" pintada en la frente en honor de la actriz. Sin embargo, ni Javier Bardem ni Pedro Almodóvar estuvieron en Hollywood ese día.