El chabolista que convirtió en cómplice a Samanta Villar lleva meses sin ir a juicio

Fuentes del caso han informado de que el acusado Carlos R.M. ha sido declarado en rebeldía por no haberse presentado desde hace varios meses en el juzgado, por lo que ahora el juicio se fijará para sus tres compañeros, que se enfrentan a una petición del fiscal de 18 meses de cárcel para cada uno por un presunto delito de robo con fuerza en las cosas.

La reportera, que inicialmente fue considerada coautora del robo por el juez, pues conducía la furgoneta utilizada, ha quedado fuera del proceso porque no fue imputada por la Fiscalía de Sevilla, única parte acusadora, por entender que no tuvo un "conocimiento previo y cabal" del robo que presuntamente planeaba la familia a la que acompañaba.

En el programa "21 días", Villar convive durante ese tiempo con las personas objeto de su reportaje y en el caso de Sevilla lo hizo con habitantes del asentamiento chabolista de El Vacie, donde acompañó en todas sus actividades diarias a la familia de etnia gitana que la acogió en su infravivienda.

En una de dichas actividades la reportera acompañó a cuatro miembros de la familia en la recogida de chatarra por las calles de Sevilla, dado que era la única que tenía carné, pero posteriormente el dueño de unos hierros denunció el robo del material.

Junto a los 18 meses de cárcel, el fiscal pide para los procesados el pago al dueño de los hierros de los 900 euros en que estaban valorados y de 35 euros por el candado que rompieron los presuntos ladrones.

Fuentes de la defensa de los chabolistas han indicado que en el juicio pedirá su absolución porque los acusados creían que los hierros estaban abandonados en la calle y no tenían dueño.

La reportera comparecerá como testigo en el juicio que celebrará un Juzgado penal de Sevilla en los próximos meses, han añadido las citadas fuentes.

El escrito de acusación de la Fiscalía sostuvo que "no existe suficiente evidencia" respecto a la autoría de la reportera pues no está acreditado que, pese a ser la conductora de la furgoneta, tuviera "conocimiento previo y cabal" de lo que planeaba la familia.