Marbella, 17 de agosto. José María Aznar toma la decisión de visitar a la Ciudad Autónoma, harto de que el Gobierno no haga nada ante los ataques de Marruecos. "¿Te apetece venirte?" le dice a su hijo menor, Alonso, que pasa unos días de descanso junto a su familia. El joven no se lo piensa y horas después es fotografiado en Melilla.
Su presencia, cuenta El Mundo en su sección "Crónica", se convierte en la comidilla del pelotón de reporteros que cubre la visita. Hasta ahora, no constaba que Alonso tuviera vocación política, pero los amigos de la familia coinciden: el benjamín es el hijo del ex presidente "con más hechuras" para triunfar en este sentido.
Recuerda el rotativo que "ha mamado la política desde la cuna". Cuando nació el 11 de mayo de 1987, su padre ya era presidente de Castilla y León. Siendo un chaval ya estrechó la mano de Blair, de Clinton o de Bush. Y, si hacía falta, "se escondía entre los setos de la Moncloa para cotillear una cumbre de la OTAN".
"Es un chico serio, inteligente y muy hábil socialmente", dicen sus amigos. Lo cierto es que triunfa entre las chicas y en Internet es calificado ya como "soltero de oro". No falta a una fiesta en Ibiza, dónde es un fijo. Entre sus amigos de Facebook los conocidísimos Ana Boyer, Colate Vallejo o Rafael Medina.
Sin embargo, su apellido también le ha dado problemas. Jugador de rugby en el Club Cisneros, uno de los equipos con más solera de la capital, algunos de sus rivales se cebaban en los rivales cuando se enteraban de quién era su padre.
Sea como fuere, desde la Fundación FAES, de la que Aznar es presidente, niegan la mayor: "no le demos más vueltas: al chico le apetecía ir a Melilla con su padre y ya está". Sólo el tiempo lo dirá.