Lo que es cierto es que no para de morir gente famosa que eran iconos en mi niñez y mi juventud... Y eso sólo significa que a mis 30 años ya me estoy haciendo viejo... snif...
Está claro que la tristeza y la alegría van por barrios siempre.Me apené mucho cuando murió Rick Wright de Pink Floyd porque me gustaba el grupo,pero por éste no derramo una lágrima.