"¡Di no al racismo hobbit!"

El británico de origen paquistaní Naz Humphreys fue rechazado como posible hobbit durante una audición en Hamilton, una de las ciudades neozelandesas donde está previsto que el año próximo comience el rodaje bajo la dirección de Peter Jackson.

"En pleno 2010, no puedo creer que estoy siendo discriminado por el color castaño de mi piel, el director de la audición dijo que simplemente no iban a contratar a nadie que no tuviera la piel clara", lamentó Humphreys.

Según el "Waikato Times", el responsable del "casting" dijo a los aspirantes a extras que la piel clara era un requisito indispensable para interpretar a un hobbit, los pequeños seres de la Tierra Media creados por J.R. Tolkien.

Humphreys creó un grupo en Facebook llamado "Hire hobbits of all colours! Say no to hobbit racism!" (¡Contratad hobbit de todos los colores! ¡Dí no al racismo hobbit!).

El joven británico, que con un metro y medio de altura se considera idóneo para encarnar a un hobbit, se declaró un fan de "El Señor de los Anillos", la trilogía ganadora de varios premios Oscar también ambientada en la Tierra Media de Tolkien.

"Me encantaría ser un extra, pero parece que los hobbit no son de piel negra o marrón", agregó.

Un portavoz de Peter Jackson declaró que el director no estaba al tanto de las restricciones de la audición y lo calificó como "un error desafortunado".

"Nunca dimos este tipo de instrucciones. Todas las personas que cumplan con la edad y la altura requeridos son bienvenidos a la audición", indicó el portavoz.

En los últimos meses, la producción estuvo a punto de abandonar Nueva Zelanda, donde se rodó "El Señor de los Anillos", tras una polémica con un sindicato de actores local, quienes pedían condiciones mínimas de trabajo.

Para resolver la polémica, el Gobierno neozelandés accedió a llevar a cabo una reforma en la legislación laboral y satisfacer a la productora Warner Borthers para asegurar la inversión de 500 millones de dólares (355 millones de euros) del proyecto.

La reforma laboral eliminó el derecho de los actores locales a la negociación colectiva así como su derecho a unos ingresos mínimos, al tiempo que la productora obtuvo un descuento fiscal especial de hasta 7,5 millones de dólares (unos 5,4 millones de euros) en impuestos, condicionado al éxito de las películas.