(Libertad Digital) La entrevista a Carmen Romero en Vanity Fair, aderezada de cuidadas fotografías con una rejuvenecida e intelectual imagen de la ex de Felipe González, llega unos meses después de que se conociera su ruptura y de las imágenes del ex presidente del Gobierno con su nueva novia, Mar García Vaquero.
Mientras se publicaban extensos reportajes sobre las sucesivas vacaciones de la nueva pareja, Carmen Romero aparecía también en la prensa rosa pero de manera muy distinta: cabizbaja, pensativa y rodeada de sus nietos.
En el artículo de Vanity Fair, Romero trata de romper con esa imagen y habla de sus actividades en el presente después de que se rumoreara que en el PSOE le estaban buscando trabajo. Aclara que es traductora de italiano y a eso se dedica en la actualidad. Apenas habla de su relación con González –la periodista aclara que es un tema vetado– pero sí da un dato: "Felipe y yo nos quitamos las alianzas hace ya veinte años". No aclara por qué.
"Nunca he entrado en comentarios sobre mi vida privada. Prefiero dedicar mi tiempo a otro tipo de literatura", apunta. Y dice que "nunca he leído nada escrito sobre mí. Ni siquiera estos días he puesto mi nombre en Google para ver lo que sale...". "El tiempo pone un poco de olvido en lo malo que te han hecho", reflexiona después.
Sí alude a su época en La Moncloa. Apunta que si hoy fuera la mujer del presidente del Gobierno, "hubiera sido sustancialmente la misma, pero habría sufrido mucho menos y me habría reído mucho más". También admite que en esos tiempos le faltaba "mucho rodaje" y "mucha madurez". " Yo tenía 36 años y Felipe 40 ", recuerda. Sobre su futuro, pide que "me deje luchar", disfrutar de sus cinco nietos y que le permita "hacer siempre en la medidas de mis posibilidades". "Cada época tiene su afán", apunta.