Berlusconi abordó este domingo la cuestión de la esperanza de vida futura para la humanidad y para él mismo durante la celebración en Milán (norte de Italia) del 90 cumpleaños del religioso italiano Luigi Maria Verzè, fundador del Hospital San Rafael de la capital lombarda, y quien pretende encontrar la fórmula para alargar la media de edad a los 120 años.
"Quería aclarar que los 120 años no son el final, sino la vida media. En el siglo XIX la vida media era de 23 años, a principios del siglo XX, de 43. Hoy es de 80 años. Don Luigi está convencido de que la edad media para todos puede llegar a los 120 años y cuando hablamos decimos: 'bueno, para nosotros al menos 30 años más'", comentó el mandatario.
"Me estoy convenciendo de que este proyecto se puede realizar de verdad, con un estilo de vida estudiado para cada uno. Creo, de verdad, que se pueden añadir años a nuestra existencia. Éste es un proyecto que afecta a toda la humanidad", añadió Berlusconi, de 73 años, en un discurso retransmitido por televisión.
Inmerso en nuevas polémicas, la última por una posible investigación contra su persona por supuestamente presionar para cerrar un programa de la televisión pública crítico con él, el primer ministro italiano denunció el mal ambiente que cree que se viene viviendo en la escena pública del país.
"Hoy es una jornada bellísima. Parece que estamos lejos de la atmósfera envenenada en la que hemos sido obligados a estar, sobre todo, en los últimos días", dijo Berlusconi, quien vio cómo se celebraba una multitudinaria manifestación contra su Gobierno en Roma y cómo se recibió una falsa alarma de bomba en su avión oficial.
El controvertido jefe del Ejecutivo italiano se refirió además a sus "pecados", de los que, según él, tiene conocimiento Verzè, quien le da la absolución, dijo, sin decir nada.