Cada quien pone a sus hijos el nombre que le da la gana, faltaría más.
Les deseo salud y sabiduría para disfrutar de una larga vida familiar.
Bueno, Paserifo... que dos de los niños se llaman Rodrigo y Pelayo. Ahora no me irás a decir que es obsesión por la Reconquista!
Que sean muy felices, de todo corazón. Se lo merecen.
¡Pero bueno, qué obsesión tienen en esa familia por la letra A!
Hay otros nombres en el mundo: Antonio, Adrián, Álvaro, Alberto, Abundio, Abenámar, Abraham, Abacuc.