La hermana de Carmina Ordoñez falleció el pasado jueves en la residencia donde se encontraba ingresada desde hacía unos meses. Aquejada de un grave enfisema pulmonar acrecentado con complicaciones cardíacas, el corazón de la sevillana se ha detenido el viernes.
La mujer murió en la residencia para convalecientes situada en el centro de Madrid donde vivía desde hacía unos meses. Allí cuidaban de ella desde que fue dada de alta de su último ingreso que a punto estuvo de costarle la vida. En su última aparición pública, la andaluza visiblemente desmejorada, se mostraba animada y con ganas de vivir.
La sevillana cumplió 56 años hace apenas cinco días pero sufría serios problemas respiratorios acrecentados por su hábito al tabaco que habían debilitado considerablemente su salud, tal y como explica Europa Press.
El pasado 21 de julio celebró su cumpleaños con sus íntimas amigas que acudieron a comer con ella a un restaurante cercano al centro donde vive. Y horas antes su sobrino Cayetano Rivera y su novia, Eva González, le habían visitado y pasado la mañana con ella.
Tras la muerte de su hermana Carmina en julio de 2004, la salud de Belén Ordóñez se resintió notablemente. El fallecimiento de Carmina fue un duro mazazo para Belén que no pudo superar nunca la pérdida. Desde ese momento, los ingresos de Belén Ordóñez fueron constantes, sobre todo, tras sufrir un enfisema pulmonar, probablemente la causa de su muerte.