Inaugura Bob Dylan su gira española este miércoles 11 de julio en Bilbao, en la explanada del Museo Guggenheim, ante 7.500 personas –el aforo previsto era de 5.000, pero ante la gran demanda de entradas, la organización lo ha aumentado-.
Además de en la capital vizcaína, el autor de temas tan míticos como "Blowin’ in the wind", "Hurricane" o "Just like a woman" actuará el 13 de julio en Benicasim (Castellón) y el 14 del mismo mes en Cap Roig (Gerona).
Bob Dylan tocó por primera vez en España el 26 de junio de 1984 en el estadio del Rayo Vallecano, en Madrid. Lo hizo un año después de publicar Infidels, álbum con el que el cantautor de Duluth (Minnesota) rompía su trilogía evangélica –formada por Slow train coming, Saved y Shot of love-. En ese concierto, Dylan mezcló clásicos como "Maggie’s farm" o "Ballad of a thin man" con canciones de su último trabajo, como "Jokerman", "I and I" o "License to kill".
Desde entonces, España no ha sido un destino preferente para Dylan, aunque ha visitado nuestro país con cierta regularidad –1989, 1993, 1995, 1998, 1999, 2006, 2008, 2010 y 2012-. Estos conciertos se encuentran englobados en la Never Ending Tour, una gira que el cantautor comenzó el 7 de junio de 1988 y que mantiene hasta la fecha, pese a los cambios en los repertorios –no solo ya entre años, sino entre cada concierto- y en los miembros de su banda.
¿Conciertos "olvidables"?
Los shows de Dylan no son conciertos al uso: él se planta en el escenario, toma las riendas de su teclado o de su guitarra, y toca y canta, en general, sin saludar, sin decir "gracias" –"thank you", se entiende- después de cada canción. El cantautor se limita a dirigirse al público cuando presenta a sus músicos y cuando se despide.
Por ello, hay quien opina que los conciertos de Dylan son "olvidables". Como dijo Jorge Drexler: "Admiro mucho a Bob Dylan, es el mejor autor de letras, pero en vivo no me parece interesante". El público aplaude al cantautor porque es un mito, un profesional, porque tiene una banda perfecta y porque canta temas que forman parte de la mejor música del siglo XX –y del XXI, que Dylan todavía sigue haciendo discos-; pero aunque hay quien abandona los recintos babeando, también hay quien sale de los conciertos decepcionado o enfadado ante la antipatía o, quizás, más exactamente, el pasotismo del cantante para con su público.
Los críticos, en general, aplauden los conciertos de Dylan –muy pocos son los que se atreven a toserle-. Eso sí, señalan que ahora son más lentos, que el cantante los ralentiza para preservar su más que curtida y -por qué no decirlo- cascada voz. Aún así, si echamos un ojo a sus últimos ‘set-lists’, en estos abundan los temas más "cañeros" –dentro de lo "cañero" que puede ser Dylan, claro- como "Leopard-skin pill-box hat", "Highway 61 revisited" o "All along the watchtower".
71 años y en forma
El último concierto que figura en la agenda de Dylan –hasta el momento- para este año tendrá lugar el 9 de septiembre en Estados Unidos. El cantante, que cumplió 71 años el pasado 24 de mayo, ofrecerá así casi medio centenar de conciertos este 2012.
Además, según el músico David Hidalgo –guitarrista de Los Lobos y acordeonista en los discos de Dylan Together Through Life y Christmas in the Heart-, el cantautor estaría grabando un nuevo disco con canciones nuevas, en las que primarían los sonidos latinoamericanos. "Cuando le mostré la tres guitar -guitarra cubana de tres cuerdas dobles: seis en total-, dijo: 'Guau, ¿qué es esto?'. Y le gustó cómo sonaba. Así que la meteremos en el disco", dijo Hidalgo.