¿28 kilos? Bueno, vale, pulpo como animal de compañía. El cuadro es bueno y me gusta, no puedo negarlo, pero, entonces, ¿qué puede obtenerse por otros cuadros mejores de la coleccíón? Ay, ay..., me temo que poco a poco ésta va a desmantelarse, porque si una es imbécil, la otra lo que me parece es sedienta de pasta, un pozo sin fondo para sus asuntillos.
¿Quién habrá pagado semejante cantidad? Nuevamente es el reflejo del valor que se da a cosas que no lo tiene. Algo inmaterial tratado de la peor manera posible, evaluado, medido, especulado, afán de lujo. Por poner otro ejemplo, ¿cuánto vale el códice que robaron de Santiago? ¿Y el claustro románico castellano trasladado al quinto pino de su lugar de origen y utilizado como parte de un restaurante? Joder, qué mundo.