La tenista ha leído un emotivo comunicado para explicar algunas de las acusaciones vertidas en la polémica biografía Arantxa ¡Vamos!, que ha abierto ampollas en su familia.
Sin permitir preguntas y muy emocionada, Arantxa Sánchez Vicario ha ido explicando el porqué del libro y ha realizado preguntas al aire sin tocar el tema económico, que "está en manos de mis abogados" y centrándose en la relación sentimental con su familia.
Respondiendo a algunas críticas que se le han hecho, la tenista ha indicado que "no es desagradecida", pero que sus padres "han ejercido un control y protección que me han anulado en muchos momentos cruciales de mi vida".
La tenista ha explicado que escribir su autobiografía "ha sido muy doloroso" y ha indicado los motivos que le han llevado a ello: "Tenía una necesidad vital, porque no podía seguir disimulando una relación inexistente", en relación a su familia.
A partir de ahí, ha lanzado algunas preguntas: "¿Puede alguna persona pensar que yo no quiera resolverlo por las buenas y que se quedara en la familia? Lo he intentado con todas mis fuerzas", se ha contestado a sí misma. "¿Puede alguno de mis hermanos o mis padres decidir con quién debo vivir? ¿Acaso ellos no han decidido con quién les ha parecido mejor?". Arantxa dejaba, de esta forma, entrever que su familia no aceptó el matrimonio de la tenista con Josep Santacana.
"¿Por qué se tienen que buscar culpables en mi decisión? Mi recorrido como tenista demuestra mi personalidad", se ha excusado.
Arantxa ha querido defender su autonomía y ha reiterado que nadie está detrás de su decisión. "Soy la misma persona de siempre pero ahora decido lo que quiero decir y no quiero fingir algo que no existe. Muchos sabíais lo que estaba ocurriendo desde hace tiempo", ha señalado a los periodistas con lágrimas en los ojos.