Montoro, de hijo de emigrante humilde a ministro de Hacienda
El ministro de la subida de impuestos es definido por sus colaboradores y allegados como un liberal moderado con una deriva social de primer orden. (Volver)
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anfevil dijo el día 22 de Enero de 2012 a las 18:27:58:
@Galipien , siendo totalmente cierta su observación sobre la estupidez que gobierna habitualmente el lenguaje en los medios, el término emigrar incluye en su definición, según la RAE desde 1970, y por extensión, "Abandonar la residencia habitual dentro del propio país, en busca de mejores medios de vida", aunque su primer significado sea el de cambiar de país.
Respecto a la historia del artículo, demuestra que los Montoro son una familia de luchadores e inteligentes jiennenses, y que se han ganado a pulso lo que han conseguido. Cuánto contraste con las ministras de cuota salidas de una sucursal de Unicaja, cuyo mérito era su sexo y ser hija de un miembro de cierto clan.
Galipien dijo el día 22 de Enero de 2012 a las 16:00:19:
A ver si somos un poco serios: Un emigrante es una persona que se traslada de su propio pais a otro diferente, por lo tanto el sr.Montoro no es un emigrante solamente ha hecho un cambio de domicilio.
El lenguaje nacionalista está haciendo estragos, estamos acatando como propio el suyo.
Para un nacionalista catalan, por ejemplo, un residente andaluz seria un emigrante, porque no ha tenido la suerte o la dicha de nacer en Cataluña.
Riopin dijo el día 22 de Enero de 2012 a las 15:03:16:
¿Es deshonroso ser humilde y por propios meritos llegar donde ha llegado? eso es meritorio, deseo de superación, trabajo y esfuerzo.
Los suciolistos están acostumbrados a que por hijos de franquistas tuvieron la suerte de tener unos estudios que se los pagábamos todos los españoles que a los catorce años te tienes que poner a trabajar para ayudar a la familia, y ahora este rojerío reniegan de sus padres y abuelos; ahí tenemos a Blanco, Pajín, Trini, Aido y por no dejar al inefable López que de tres cosas se le olvida una.
Como la tierra no es de nadie y solo pertenece al viento, que venga una ráfaga de aire tan potente que barra a tanto ineto, inútil, envidiosos y mentirosos
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