Churros para desayunar el día de una boda "sin locuras"

El personal de servicio del Palacio de las Dueñas de Sevilla, donde se casará Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, duquesa de Alba, ha salido a comprar churros a primeras horas de la mañana del miércoles para el desayuno de la novia y de los invitados que pernoctaron en el palacio.

Así lo manifestó a Efe uno de los empleados al salir del palacio, ubicado en el centro histórico de Sevilla, que ya está rodeado de personas que no quieren perderse la boda.

Ana, una señora mayor que se colocó con su silla plegable en un lugar privilegiado antes de las seis de la mañana, ha dicho a Efe: "ahora no tengo nada que hacer y me gustan estas cosas".

Un grupo de tres músicos, que se hacen llamar "Los músicos de la Duquesa", han interpretado canciones desde la salida del sol, en especial una titulada "Cayetana de Alba: No sé vivir sin España".

Numerosos periodistas rodean la puerta de entrada al Palacio de las Dueñas, vigilado por miembros de una empresa de seguridad privada acompañados, discretamente, por agentes de la Policía Local.

Antes del amanecer, los servicios municipales han limpiado la zona y ya se están haciendo las primeras fotografías, especialmente niños que se dirigen al colegio acompañados de sus madres.

El balcón situado en un lugar estratégico para observar la entrada del palacio y que se alquilaba por 8.000 euros, está ocupado por una cadena de televisión.

La duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, contraerá matrimonio en Sevilla con Alfonso Díez Carabantes, en la que es la tercera boda de la aristócrata, de 85 años.

El enlace se celebrará a las 13:00 horas y estará oficiado por el sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, asistido por otros dos religiosos, en una jornada en la que lucirá el sol y en la que se prevé que las temperaturas superen los 30 grados.

Entre los invitados a la ceremonia, de carácter íntimo, estarán los hijos de la duquesa y Carmen Tello, esposa del torero Curro Romero y gran amiga de Cayetana de Alba, que ejercerá como madrina durante una ceremonia en la que la novia lucirá un vestido de Victorio y Lucchino y zapatos de Pilar Burgos.

La ausencia más notable será la de Eugenia Martínez de Irujo, hija menor de la duquesa, aquejada en las últimas horas de un brote de varicela.

Sin locuras con el protocolo

Faltan por conocerse muy pocos detalles del enlace entre la aristócrata y el funcionario pero ¿qué dice el protocolo de este tipo de eventos? Revisamos de la mano de Maria José Navarro qué ocurrirá en el Palacio de Dueñas.

Los invitados, la ceremonia, el traje de la novia... Una boda en terceras nupcias a la una del mediodía no es un enlace al uso. Maria José Navarro, experta en bodas y Directora General de bodabook.com, afirma: "En las bodas de día se suele ofrecer un aperitivo ligero seguido de un almuerzo. Después de la comida llega la hora del baile y dependiendo de la energía de los novios, puede acabar incluso en cena".

Pero en el caso de la ceremonia de Doña Cayetana, parece que se optará por un aperitivo que servirá el cátering privado de la residencia de la Duquesa y se prevé que los invitados lo disfruten sentados. Tampoco parece que vaya a haber baile pero sí que podría contratarse a algún cantaor para que amenice la velada.

Con respecto a la etiqueta de los asistentes, las celebraciones diurnas exigen atuendos "cortos, con un largo hasta la rodilla, sin brillos ni lentejuelas", detalla Maria José. En este enlace se verá todo un despliegue de pamelas y tocados, que también son los complementos adecuados para un evento de estas características.

En cuanto a los colores, "están permitidos todos, salvo los claros, por cortesía, porque pueden ser susceptibles de ser los elegidos por la novia". Sin embargo se ha podido saber que la aristócrata no vestirá de blanco así que habrá que tener cuidado para no elegir el mismo tono que la protagonista de la boda.

La experta en bodas señala: "La Duquesa es muy liberal en cuanto a estilo pero tiene a todo esto un gran respeto por su condición de católica. El matrimonio es ante todo un sacramento". Ese es el motivo por el que vaticina que el traje de novia será de corte conservador.

A pesar de que los diseñadores, Victorio y Lucchino hayan descrito el diseño como "hippie-chic", y que se trate de unas terceras nupcias, Maria José apuesta por la sobriedad a la hora de volver a pasar por el altar. Su modelo será recatado dado su respeto al matrimonio.

De hecho, en sus anteriores enlaces, Doña Cayetana optó por vestidos muy tradicionales, algo que deja claro que la aristócrata en ninguno de sus dos enlaces buscó arriesgar en cuanto a diseño.