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PASARELA NEPTUNO

Los peores looks de San Sebastián: Banderas, Botto... y empacho de ninfas

La Pasarela Neptuno se pone de gala en el Festival de San Sebastián, donde la alfombra roja también es escenario de tropiezos estilísticos.  

Finalizado el Festival de cine de San Sebastián, toca hacer balance. Y, como es costumbre de esta Pasarela, eso significa una radiografía más o menos exhaustiva de los modelos que nuestra constelación de estrellas –y estrellados- de la gran pantalla ha lucido en los ratos muertos que les dejaban los pintxitos donostiarras.

En general, se advierten dos grandes tendencias, segregadas en hombres y mujeres. En ellos, se evidencia la falta de costumbre en el uso de trajes, fracs, y cualquier cosa que huela a atuendo de gala. Nuestros actores son de una tendencia más ‘casual’ –sin tilde-, y claro, cuando llegan las fiestas de guardar o los eventos de copete, se embuten en el traje, y se sienten como un elefante en una cacharrería. Y eso se nota.

Se le detecta esa desgana en el vestir, por ejemplo, a Juan Diego Botto, que parece recién aterrizado de una fiesta nocturna en el photocall del festival. Aunque tampoco es necesario el charol y la gomina para estar presentable, sí creemos que un poco más de elegancia no habría estado mal, Botto. Siga probando.

Tampoco Óscar Jaenada da en el clavo con el estilismo. El joven intérprete, en su perpetuo afán de ser el clon ibérico de Johnny Deep, ha vuelto a meter la pata. ¿Pajarita y bigotillo cantinflero? ¿Pose chulesca y greñas enmarañadas? Óscar, para ser Johnny Deep, hace falta ser Johnny Deep. Todo lo demás queda como copia burda del actor de Piratas del Caribe, pero con mucho menos estilo.

José Coronado está de moda. Ha presentado una de las primeras películas españolas con argumentos para movernos a las salas de cine, y está pletórico. Pero quizás tanto esfuerzo interpretativo invertido en encarnar al despreciable Santos Trinidad ha hecho que algo del policía se haya quedado en él. Concretamente, el deje cutre del policía. O si no, miren cómo el actor lleva una casi impecable americana con una camiseta rota, precisamente, en el cuello. Nos gusta el toque informal, pero para todo hay límites, José.

Y os informamos de que Antonio Banderas continúa en su escapada de la elegancia y alergia congénita a los trajes. El malagueño se presentó en el Festival ataviado de la misma guisa con que iría a pasear al perro, comprar el pan o sentarse a ver la carta de ajuste: mal. Camiseta luciendo abdominales, collar al aire, pecho lobo, anillo mafioso, pantalones de explorador... Glamour, ¿por qué le has abandonado?

También se le atraganta la elegancia a El Duque, esa máquina de hacer suspirar a las féminas. Con su chupa vaquera, sus rizos rebeldes, pantalones desgastados y postureo chulesco... podrá arrancar muchos piropos, pero pocas alabanzas a su estilo. Miguel Ángel, que los trajes también se pueden alquilar, corazón.

Y ellas, también pecan, aunque de otra cosa. Hemos de reconocer que todas las mujeres del Festival asistieron bellas y radiantes, pero... repitiendo estilo. Ver a las actrices españolas vestidas de gala es como contemplar una pasarela grecorromana, con vestidos de estilo griego y peinados a juego. Es una moda aceptable, pero, ¿es necesario que repitáis estilo siempre? ¿Tan huérfanos estamos originalidad, lindas? Os aprobamos individualmente, pero coralmente, para la próxima estaría bien un poquito de variedad, que viendo la pasarela uno tiene la sensación que está viendo una representación del colegio.. .Un auténtico empacho de ninfas griegas. 

En Chic

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