Por poner sólo dos series de éxito americanas:
En "Perdidos" ¿Alguien recuerda que sale un gay? Pues sí, sale, en una discretísima escena vemos como el "otro" de las barbas que se llevó a Walt tiene un amigo en América, peeeero es el único de toda la serie. Por lo demás nadie vota nada, la única votación que parecía que había luego resultó ser una broma de Hurtley para ver si conseguía que Sawyer fuera más amable, pero nadie votaba ni se consensuaba nada, cada cual iba a su bola y hacían lo que les petaba, usando la libertad individual. Además ninguna mujer se quejó de machismo ni se mostró peg¡jiguera y cansinamente feminista, como en nuestras ideologizadas series. Y sexo el justo y necesario y realmente erótico en su naturalidad, por ser consecuencia de un impulso, pero también de un sentimiento.
En "Dexter" sólo recuerdo que ha salido fugazmente una pareja lesbiana que le presentan en una fiesta en el primer capítulo de esta última temporada.Bueno, recuerdo también una levísima insinuación de una tatuadora a Déborah en algún capítulo
Por no hablar del culto y respeto que se tiene en las dos series a los niños nacidos y por nacer.
La vida misma, no las pampiruladas y cochinadas que nos cuelan aquí. Que parece que nos toman por subnormales .
Rizar el rizo y forzar lo inforzable tratando de "ciudadanizar" es el secreto del fracaso de nuestras series.
El caso es que España ha dado series más que notables, aunque normalmente no dentro del género de la ficción. Por ejemplo, son magistrales las numerosas vidas de personajes ilustres que fueron llevadas a la pequeña pantalla por TVE (Ramón y Cajal, etc), si bien las últimas (Severo Ochoa) fueron criticadas por la excesiva ideologización.
Y hubo otra excelente serie que no era en absoluto de ficción sino de historia: Memorias de España (aunque creo que perdió en los últimos capítulos, de la historia más reciente, rodados ya en la primera legislatura de ZP, tras una sospechosa pausa en la producción coincidente con el cambio de gobierno...)
Ahora que lo pienso, sí recuerdo una serie española de ficción relativamente reciente que, creo, estuvo bastante bien llevada: Celia.
Un saludo.
Lo que les pasa se resume en tres palabras: SON UNA MIERDA
El quid está en el ‘falso costumbrismo’ diagnóstico con el que acierta el artículo.
Nadie se ve identificado en las series españolas. Las tramas y los personajes son de zarzuela. Caricaturas más o menos grotescas. El gran público se ve más cerca de los personajes de las series británicas, useñas etc. son reales. Un tipo de clase media de San Francisco se parece mucho más a su análogo de Madrid, Barcelona o Valencia que a los estereotipos zarzueleros del siglo pasado. Hay además sobreabundancia de lumpen y melodramas de alcantarilla.
Por no hablar del mantra ideológico, tan grosero por evidente y tan parcial que parece sacado de un dietario de consignas de campaña electoral resultando risible por su sectarismo.
De todas maneras, mientras fluya el dinero público no tendrán ninguna necesidad de abandonar su cómodo sangri.la.
Efectivamente, hay muchisima mediocridad en las series españolas. Los guiones son infantiles, poco originales, y casi siempre politizados. Los actores no saben interpretar, no convencen, se fuerza situaciones para ampliar sus registros interpretativos, pero siempre, aun en los momentos mas dramaticos, dan risa (o verguenza ajena), porque sus actuaciones no son creibles (sobreactuan). Algunos solo parecen actuar bien cuando hacen anuncios.
Hace muuuucho tiempo vi una serie que entonces me impactó por su actualidad y dinamismo: "Tristeza de amor", con la canción del mismo título de banda sonora. Tiempo después al recordarla me pareció que se basó en parte en las historia de 'el loco de la colina' en la radio. Pero no sólo me gustó, sino que me impactó, al tratarse de una serie española y además de bajo presupuesto (hecha en aquéllos estudios en los que las puertas sonaban a cartón).
También me gustaron los primeros episodios de 'Cuéntame', hasta que me pudo su ideologización, porque yo viví todo aquéllo en primera persona y quizá no se mienta, pero no se dice toda la verdad (en eso se basa la ideologización, en decir la parte de la verdad que a uno le interesa).
Las series chabacanas son para ver algún episodio suelto, y casi ni eso, pues se recrean mucho en el mal gusto, como si hiceran bandera de ello.
Y gracias a Dios, ahora con el cable ya tengo muchas opciones para ver los que me pueda gustar más, y prescindo de casi todas las series españolas, y sin el casi.
En televisión solo veo informativos, documentales en la dos y buenas películas americanas con sus grandes actores, directores, etc. ¿Películas y series españolas? ¡Ni aunque me paguen veo semejantes bodrios!
¿Y qué tal si apagamos TODOS la tele, pasamos de series y ese tiempo lo invertimos en leer -sobre todo leer-, estar con la familia, pasear etc? La tele nos deja como amebas. Personalmente, la última serie que vi, fue Expediente X. Desde entonces, mi tiempo libre es demasiado valioso como para gastarlo en una serie absurda de la tele."Mardita" caja tonta.
¿Que Pluton BRBnero no era una serie chabacana? Pues macho, los dos capitulos que vi yo, no veas...
Y en cuanto a Enano Rojo, ¿qué decir de aquella formidable escena del Gato y los peces de colores a pilas? "Te voy a comer pescaditoooo, te voy a comer pescaditoooooo..."
A las series españolas les SOBRA la mitad de duración. Lo que cuentan en 120 minutos se puede contar en 60.