No se trata de ninguna otra boda inquietante, ni de la venta de patrimonio, sino de un desaliño indumentario que no se puede atribuir a la crisis. Es puro mal gusto, un puedo y no quiero que refleja una cierta dejadez y mucha improvisación con resultados francamente inquietantes. Rafael Medina, duque de Feria, comparece en ¡Hola! como el fan número one de Melendi. La misma pinta de "Caminando por la vida", la camisa desabrochada casi hasta el ombligo, pecho lata, cadenas y collares y, para rematar el look rumbero, unas gafas de sol por las que mataría París Hilton. El resultado es Melendi, pero sin rastas, en un intento postrero por demostrar que aún hay clases. Aunque a este paso...
Lo que resulta imperdonable es la encerrona de ¡Hola! al marqués de Griñón. Con la complicidad de sus hijas, la histórica revista nos presenta a Carlos Falcó y sus niñas en la finca, tal que los Chaning en Falcon Crest. Dado el apellido del marqués, la "gracieta" está a tiro. No se pierdan el detalle de los calcetines a juego con la chaqueta. Lo de las chicas, también muy normal. Tacones de quince centímetros para caminar por un sembrao. Todo muy propio y natural.
Y si la aristocracia está en horas bajas, lo de la tomato-jet es para cortarse las venas o dejárselas largas, que tanto da. No pierdan detalle de la camiseta de rejilla de una embarazadísima Rosario (Chayo para los coleguis) Mohedano. Y ojo al piojo con los zapatos de su padre y el sutil depilado de las canillas. De no creeer. A su lado, Rosa Benito es el colmo del buen gusto y saber estar.