La Otra Crónica desvela que Díez se va a reunir con los hijos de Cayetana para negociar una compensación económica en calidad de duque consorte. Desde la casa de Alba aseguran que todo está atado para que no reciba un céntimo de la herencia.
Además, quedan flecos que rematar para aclarar el futuro del funcionario en la familia. El encuentro, previsto para finales de septiembre, reunirá a Díez con los hijos mayores de Cayetana, y tratará temas como el lugar de residencia de la pareja, y el futuro económico del nuevo duque consorte.
La boda sorpresa entre la duquesa de Alba y Alfonso Díez es interpretada dentro de la familia y el entorno más cercano de Cayetana como un calculado movimiento para "salirse con la suya" y hacer "su santa voluntad", siempre influenciada por Díez, eso sí.
Según fuentes jurídicas cercanas a la casa de Alba, está todo dispuesto para que Díez no reciba ni un céntimo de la fortuna de la familia. El sueldo de consorte sería, pues, una compensación modesta por dejar su puesto de funcionario, y que sólo sería válida mientras la duquesa viva.
Aún así, y tal y como dice LOC, un título como el de duque de Alba compensaría a Díez: sólo eso puede dar tantas satisfacciones como una abultada cuenta corriente.
El primer encuentro de Díez con los hijos de la duquesa, Carlos –duque de Huéscar- y Cayetano, finalizó con el acuerdo mutuo de volver a encontrarse unos meses más tarde, para hablar de la posibilidad de matrimonio. No obstante, Díez en ningún momento ha acabado de gustar a los hijos de la duquesa: fue notorio el desplante de Eugenia un día antes de que Alfonso desembarcarse en Ibiza, este mismo verano. Ella abandonó la residencia de la familia en Ibiza un día antes, para evitar un encuentro con el funcionario.
Entre las intenciones de la pareja pudo estar, además, la adopción de un niño, algo que Cayetana comentaba desde hace años. La familia disuadió a Díez y la duquesa de tal cosa, y el tema ha quedado también borrado de la agenda.
Con la donación de su fortuna, la duquesa ha logrado tranquilizar a sus herederos. De momento. Porque el reparto de la herencia no ha dejado, aún así, contentos a todos los hijos. El futuro duque de Alba, Carlos, tiene beneficios evidentes, pero otros como Jacobo –conde de Siruela- se han sentido discriminados en cuanto a posesiones y propiedades.
Esta es sólo una de las desavenencias de la duquesa con sus hijos. Cayetana ni siquiera está segura de que, a pesar de todos esos esfuerzos, no van a acudir los seis a su boda con Alfonso Díez. Es por ello, relata LOC, que su deseo es que acudan al menos tres de ellos.