Y pensar que hace unos años hablé con ella
saliendo de misa de la Eglise de la Madeleine (París)?.
Iba sin escola, estaba de pié en la última fila
de la iglesia y al bajar por las escaleras la saludé
y hablamos 5 minutos. Perdí la ocasión de intentar
un braguetazo porque me gusta Sevilla, los toros
y entiendo un poco de flamenco.
Su marido (Sr. Aguirre) estaba en la otra punta
de la plaza mirando escaparates y no hacia ni
puñetero caso de la Duquesa. Desde luego esta mujer
es un caso único.
Un crimen casarse con esa edad; primero hay que vivir la vida...
Aunque en general no me disgustan las informaciones del corazón, lo de esta señora me importa un bledo.
Mi enhorabuena para él: a poco pellizco que le toque en la herencia, bien le habrá merecido la pena exponerse públicamente como el mayor trepa del reino.