¿Envidian las dulces imágenes de nuestros famosos espatarrados en la playa? ¿Está harto de verles, felices y morenos, disfrutando de playas de arenas níveas y existencia relajada? Pues, no se preocupen, esta pasarela viene perfectamente empaquetada para que resarzan su lógica pelusilla.
Esta semana, los atentados estilísticos los perpetran gente de toda clase: actores, princesas, cuñadas, noviasde y hasta exministros. El primero en pasar por nuestro ojo crítico es Antonio Banderas, aunque más que por estilismo, el tirón de orejas por prestarse a hacerse una fotografía en la que aparece como una versión- rejuvenecida y mejorada- de Hugh Heffner. El caso es que el malagueño de moda -¿alguna vez dejó de estarlo?- acudió a uno de esos fiestones solidarios que consisten en sonreír a todo el mundo todo el rato, y poner esa cara de ‘Ey, no soy tan superficial como parezco, ¿ves? estoy preocupado por los niños de África’. Y allí, algún fotógrafo con mala baba decidió hacer un homenaje al dueño de Playboy, reencarnándole en Antonio Banderas: y ahí está, voilà, Antonio Banderas posando en una fotografía llenita a rebosar de féminas siliconadas –en su mayoría- y con exceso de maquillaje –todas-. Una fotografía que supura naturalidad y desenvoltura: Lomana, Tablada, Marta Sánchez, Paz Vega...y muchas chicas desconocidas que se parecen entre ellas. En fin, un cuadro.
Y en ese mismo sarao fue donde se plantó Elena Tablada, la ex de Bisbal, haciendo su particular homenaje a la princesa Leia esclava. Particular y fallido, añadimos. Sandalias doradas, enseñando (mucha) tripa, (mucho) ombligo, y sobre todo (mucho) escote. No dudamos de que la joven tenga mucho que lucir, pero...no todo a la vez. Te aprobamos el gesto freak, y te damos una segunda oportunidad, Elena.
En el extremo opuesto encontramos a Kate Middleton, que ha llevado el recato al extremo. Camisita con cuello, pantalón soso, jersey casto...la futura reina británica parece todo un homenaje a aquél célebre ‘Amo a Laura’. ¡Qué mal le ha sentado a esta chica el matrimonio!
Por si quedaba alguna duda, Rosa Benito, flamante ganadora de Supervivientes, nos informa que su vida sigue igual que antes de erigirse vencedora. Y nos lo dice sin palabras, sólo con su atuendo. Esta semana podemos verla luciendo moreno... ¡Y ropa sacada del festival de Eurovisión de 1968! Rosa, reina, que por mucho "agujero" que tengas que tapar, de 200.000 euros podrás sacar un pellizquito para renovar vestuario. Eso, o empezarán a llamarte Raffaella, querida.
Y, por último, una pequeña colleja a Semana, que titula emocionada: "Isabel Preysler da una lección de estilo en el aeropuerto". ¿Qué qué es lo que hizo la musa de Porcelanosa? Nada, ir al aeropuerto a coger un avión, lo que en la revista traducen como toda una lección. Dejando al margen estas consideraciones, llama la atención que nadie haya recaído en el hombre que la acompaña, Miguel Boyer. Su marido no gasta el mismo buen aspecto que la Preysler, y así lo hacemos notar. Gesto aburrido, chaqueta apretada, colores pastel, sombrero... Un dandy desmejorado, un hombre cansado del aeropuerto, y con una combinación de colores francamente mejorable. Pero claro, acostumbrado a que las miradas recaigan en ella, uno tiende a relajarse... ¿o no?.