La hiperrebelde e hiperactiva Kate Moss sienta la cabeza a sus 37 años. Al menos, la última noticia sobre ella no es una provocación, sino una boda. Y es que la británica contraerá matrimonio con su novio, Jamie Hince, el guitarrista del grupo de Kills, con el que sale desde hace tres años.
En enlace tendrá lugar el próximo viernes 1 de julio, de forma casi simultánea al enlace de Alberto de Mónaco con Charlene Wittstock, y algunos hablan de la ceremonia como la verdadera boda del año. No obstante, se dice que Hince utilizó métodos de lo más tradicionales para la pedida, pidiendo permiso a los padres de Moss para el enlace.
La modelo, sin embargo, ha optado por un modelo de ceremonia muy distinto a la sobriedad del enlace de la realeza. En la de Kate Moss, tras una ceremonia sencilla en una iglesia cercana a su casa habrá una fiesta de rock y quién sabe qué mas, como en la reunión a todo trapo que protagonizó en la isla de Wright para despedir su soltería, en la isla de Wright.
En el segundo concierto al que acudió en el festival, de Glastonbury, la modelo perdió el anillo de compromiso –de 50.000 libras y repleto de diamantes, especula The Sun- mientras discutía con el personal de seguridad del evento, que le impedida el paso a la zona VIP.
La lista de invitados al enlace de Moss marea: Led Zeppelin, los Rolling Stones, el rapero Snoop Dogg y tal vez su ex novio Pete Doherty. Daniel Craig, recién casado con Rachel Weisz, Leonardo DiCaprio o Johnny Depp, del mundo del cine... Mario Testino ha confirmado que hará las fotos del enlace.
El Daily Mirror especuló con que la boda de Moss tendría lugar en una isla siciliana, o quizás en Eivissa, donde su amiga Jade Jagger posee una casa. Los rumores de que la modelo se casó por el rito budista en la época no tan lejana en la que encadenaba escándalos con su anterior novio, el cantante Pete Doherty, nunca han pasado de eso, de la categoría de rumores.
Otra de las incógnitas del enlace será el vestido de novia de Moss, obra del polémico John Galliano. En el recuerdo está todavía la campaña publicitaria de Valisere que protagonizó la modelo poco antes de la boda de Guillermo y Kate, posando completamente desnuda, con un velo y un ramo de novia tapándose sus partes pudendas, para demostrar que sólo había una Kate en Londres, tal y como rezaba el eslogan. Estamos seguros que para un vestido de primera categoría, contactos no le faltan.