Soy partidario de que se efectúen rutinariamente análisis de sangre, en TODOS los conductores implicados en un accidente grave,para conocer los niveles de substancias que puedan influir en la conducción. Y digo TODOS puesto que, aunque alguno de los conductores, o ambos, estén fallecidos debe conocerse su grado de responsabilidad en el accidente debido a dichas substancias, de lo contrario se tendría sólo parte de la información.