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La traición de Bob Dylan a Joaquín Sabina

Cuando Dylan abrazó el cristianismo evangélico, Sabina se sintió "absolutamente traicionado".

El cantautor Bob Dylan publicó en 1979 el primer álbum de su trilogía cristiana, Slow train coming. La octava canción del disco era Man gave names to all the animals, y Joaquín Sabina la versionó en 1980.

El tema del cantautor jienense se titulaba El hombre puso nombre a los animales, y el estribillo rezaba así: "El hombre puso nombre a los animales, con su bikini, ¡qué mogollón!". A los oídos de Dylan llegó la versión de Sabina, y no le agradó en demasía. Aunque el hecho nunca llegó a ser oficial, se comentó que el cantautor de Duluth (Minnesota, EEUU) prohibió al de Úbeda que volviera a interpretar ese ‘cover’.

Sabina afirmó sentirse traicionado cuando Dylan comenzó su etapa musical religiosa. En la edición del disco Física y química que elaboró El País, el libreto recogía la siguiente declaración: "Yo adoraba mucho a Bob Dylan, pero en su época religiosa me sentí absolutamente traicionado, como si alguien a quien respeto se volviera imbécil de pronto". A pesar de todo, Sabina versionó una canción de la etapa religiosa del cantautor americano.

La ‘trilogía cristiana’ de Bob Dylan

Tras divorciarse de su esposa Sara en 1977, un año después Dylan publicó Street Legal, en el que ya encontramos canciones con numerosas referencias religiosas y místicas. Tras una crisis personal, Dylan abrazó el cristianismo evangélico, y publicó tres discos de gospel: Slow train coming (1979), Saved (1980) y Shot of love (1981).

Durante esta etapa, Dylan solo tocaba temas religiosos en sus conciertos, y los intercalaba con largas homilías. Cuenta el escritor Clinton Heylin en su libro Behind the Shides Revisited, que en un recital en 1979, Dylan dijo: "Sabéis que estamos viviendo los últimos días". Tras citar a la Biblia, añadió: "Echad un vistazo a Medio Oriente. Os avisé en The Times They Are-a-Changin. Dije que la respuesta estaba flotando en el viento. Ahora os digo que Jesús está de vuelta".

Según su biógrafo Howard Sounes, en el libro Bob Dylan. La biografía, el cantautor creyó tener una visión de Jesucristo en la habitación de un hotel en Tucson, Arizona. "Había una presencia en la habitación que no podía ser de nadie salvo de Jesús... Jesús puso su mano en mí. Era algo físico (...) La Gloria de Dios golpeándome y rescatándome".

En 1983, Dylan rompió su etapa evangélica y publicó Infidles, dejando atrás definitivamente la creación de temas gospel. Aún así, el cantautor americano mantiene aún en su repertorio temas de esta etapa, como Gotta serve somebody o Gonna change my way of thinking.

Sabina, gran admirador de Dylan

A pesar de haberse "sentido traicionado" por Dylan, Joaquín Sabina se ha declarado siempre admirador profeso del americano. Sabina escuchó por vez primera a Dylan durante su exilio en Londres, cuando el americano había publicado John Wesley Harding. Además, para el cantautor de Úbeda la canción más hermosa del mundo es Knockin' on heaven's door, uno de los temas más conocidos y versionados de Dylan.

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