Ni Antena 3, ni Telecinco, ni TVE destacan por la originalidad del seguimiento de la boda inglesa. Simplemente han adaptado sus formatos a la señal en directo desde Londres y han recurrido a los patrones del buen gusto (josemis y peñafieles) para otorgar al enlace un tono aún más kitch, con indigestión de rosa palo y monarquismo de medio pelo.
Entre los fervorosos comentarios sobre el pelo de la realeza y el tacto porcelanosa se erigió Susanna Griso, que lucía una pamela imposible, una suerte de plato ancho con tal vez una orquídea enana en el centro mitad. Un delirio que provocaba escalofríos en una presentadora habitualmente contenida. Sus compañeras de oficio, sobre todo Ana Rosa Quintana, no se vistieron para la ocasión, lo que les libró del riesgo del ridículo. El aspecto de Susanna Griso podría desencadenar una tormenta en el departamento de estilismo de Antena 3.