LD (Agencias) La Sociedad Clínica Europea de SIDA (EACS) ha puesto de manifiesto, en el congreso celebrado en Madrid, que actualmente las mujeres con VIH representan el 55 por ciento de los adultos afectados y su promedio de edad es de 35 años. En España, las mujeres representan el 30 por ciento de las nuevas infecciones principalmente por transmisión sexual, debido al cambio en las conductas de riesgo, ya que en los últimos años el sexo no seguro ha sustituido a la droga inyectada. En la mayoría de los casos, las mujeres quieren tener una buena apariencia física, ser madres y llevar una vida normal, aspectos que los facultativos deben tener en cuenta a la hora de establecer los tratamientos más adecuados.
Los facultativos españoles han denunciado numerosas lagunas en el manejo del VIH, ya que no se ha modificado el porcentaje de mujeres con coinfección por virus de la hepatitis C, superior al 30 por ciento, más de una cuarta parte de las infectadas ignoran que lo están hasta que quedan embarazadas, y cerca del 9 por ciento se enteran en el momento del parto, lo que limita las posibilidades de prevención de la transmisión, con el consiguiente riesgo de que se produzcan casos de contagio fetal o perinatal.
En el congreso se ha señalado también que las principales diferencias específicas de género que no se están teniendo en cuenta a la hora del manejo del VIH son, que las mujeres seropositivas registran tasas de depresión más altas que los hombres y tienen mayor riesgo de desarrollar alteraciones del tejido adiposo relacionadas con el tratamiento antirretroviral; el riesgo de infección por vía heterosexual es doble en la mujer que en el hombre, las mujeres con VIH están expuestas a graves complicaciones como infecciones vaginales recurrentes, enfermedad inflamatoria pélvica y cáncer de cérvix por papilomavirus. Por el contrario, presentan menores índices de hepatitis C, riesgo cardiovascular e hiperlipidemias que los hombres.
La confianza que están adquiriendo las pacientes en los tratamientos y en su capacidad para planificar su vida a largo plazo determina, según los especialistas, que aumente el número de las que se plantean la maternidad como objetivo. Entre otras razones, porque los clínicos disponen actualmente de un arsenal terapéutico que posibilita la elección de un adecuado régimen antirretroviral, evitando aquellos medicamentos con riesgo de malformación del feto. Y al mismo tiempo, previniendo la transmisión vertical del VIH. De hecho, en España, la tasa de transmisión perinatal se ha situado en la cota del 0 por ciento, mientras en 1994 alcanzaba el 35 por ciento.