L D (Mercedes R. Martín) Empeñado en ver "brotes verdes" que anuncien el final de la durísima recesión que sufre España, Zapatero se ha empleado a fondo en el mitin de este domingo para presentarse como el gran defensor de los trabajadores pese a que ya son más de cuatro millones los desempleados en nuestro país.
Preparando quizás el Debate sobre el Estado de la Nación, en el que previsiblemente el paro será el tema más repetido para atacar al Gobierno, el presidente del Gobierno se esforzó en mostrar una imagen idílica de sí mismo e hizo constantes guiños a sindicatos y empleados.
Entre frases como "la gente que tiene más, es más egoísta" o "quiero que sepáis que no me olvido de para qué se me dio el apoyo", el discurso del presidente llegó a su momento culminante cuando evocó una experiencia vivida, dijo, en un mitin como el de hoy.
"Nunca olvidaré el día en que un ciudadano, un trabajador, intentaba llegar hacia mí como fuera", comenzó el presidente en un intento, quizás, de congraciarse con el millón de personas que ya no cobran el paro. Según dijo, el hombre quería "darle las gracias porque se ha acordado de los que trabajan y cobran menos".
La lectura que hizo Zapatero de lo ocurrido fue que "siempre la gente que menos tiene es la que más da". No especificó si el simpatizante se le acercó cuando todavía el Gobierno mantenía que no había, ni iba a haber, crisis en España o cuando nuestro país encabezaba ya la tasa de paro europea.