L D (Agencias) El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, y Gaspar Llamazares informaron en sendas ruedas de prensa de esa garantía y el dirigente de IU aseguró haber obtenido el compromiso del presidente de que la reforma laboral, que incluye el abaratamiento del despido para los nuevos contratos laborales, no se aplicará sin antes haber sido consensuada con los sindicatos y con las fuerzas políticas de izquierda.
En la rueda de prensa posterior al encuentro, Llamazares anunció que también su grupo parlamentario mantendrá una reunión con el Gobierno en relación a temas laborales para "aproximar posiciones", al tiempo que criticó que se ponga sobre la mesa una medida como el abaratamiento del despido. Según recalcó, con este compromiso por parte del Gobierno se garantiza "al menos que no se van a tomar medidas negativas en el ámbito laboral".
Asimismo, destacó que esto es importante porque "sólo en el marco del acuerdo social es posible poner en marcha medidas laborales de fondo que alteren la legislación laboral" y mejoren la calidad del empleo, ya que en España hay "mucho empleo basura e indigno". Además, puntualizó que la negociación social, entre sindicatos y empresarios "tiene su propio ámbito y camino". En el encuentro también se discutió acerca de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2006, que aún no cuentan con el apoyo garantizado de IU-ICV, que condicionó ese apoyo a que no recorten los compromisos de gasto social previstos, algo a lo que también se comprometió el presidente.
Así, Llamazares expresó su deseo de "agotar al máximo" el margen de maniobra que existe en políticas sociales y ambientales en los PGE, así como vincular ese PGE a una batería legislativa que será negociada "preferentemente" con la izquierda. "Es importante la orientación social del Presupuesto, así como un marco legal que adelante los cambios", agregó.