España es el ejemplo más claro de lo que no hay que hacer en materia económica desde los poderes públicos: con un déficit público que ronda el 12% del PIB, una deuda que experimenta el mayor crecimiento de este indicador en un país desarrollado en toda la historia, una tasa de paro cercana al 20% y una recesión económica que durará, al menos, otro año.
Pero la paupérrima situación de la economía española no le interesa al presidente del Gobierno. De hecho, José Luís Rodríguez Zapatero, pretende establecer una serie de objetivos económicos para toda la UE durante la Presidencia española, que se deberán aplicar en la próxima década. Aquellos Estados Miembros que no lo logren serán sancionados en el reparto de fondos comunitarios y los que pasen por el aro tendrán incentivos, aunque todavía no se sabe de qué tipo.
El nuevo Plan Económico se denomina provisionalmente "Estrategia 2020" y contempla "fijar metas económicas vinculantes para los estados miembros bajo un plan de 10 años con el que se busca impulsar el crecimiento y la competitividad, al tiempo que instó a la aplicación de medidas correctivas para los que no cumplan", según informa la agencia Reuters.
Sin embargo, antes de plantearse este programa de forma oficial ya ha recibido el rechazo de los países europeos, ya que hasta ahora la UE ha evitado tomar medidas punitivas en el pasado contra los países que no cumplieron con las metas económicas del bloque.
Sirva como ejemplo de estos incumplimientos el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que establece la obligatoriedad de mantener el déficit público por debajo del 3% del PIB (España lo supera en cuatro veces) y una deuda que no sea superior al 80% del PIB (España ya roza este límite).
Otros objetivos que no se han cristalizado han sido aumentar la tasa de empleo hasta el 70% de la población o situar la inversión en I+D en el 3% del PIB, según recuerda Europa Press.
La estrategia 2020 reemplazará un plan anterior que fracasó en su meta de hacer de la UE, un bloque que representa a casi 500 millones de personas, la economía más competitiva del mundo para 2010 y que no logró tampoco una serie de metas fijadas por los líderes del bloque.
"Es absolutamente necesario para la estrategia 2020 (...) asumir una naturaleza nueva, una naturaleza vinculante", dijo Zapatero a la prensa en Madrid una semana después de que España empezara su presidencia de seis meses en la UE.
Zapatero dejó claro que no había conseguido el apoyo de otros estados miembros para hacer que las metas económicas sean vinculantes bajo la estrategia 2020, pero pidió que tales propuestas sean discutidas en una cumbre económica en Bruselas el mes próximo.
"La cumbre informal del 11 de febrero debe producir, en mi opinión, medidas que incluyan incentivos y medidas correctivas para fijar objetivos en nuestra política económica", dijo. Para justificar su intención, señaló que "la competitividad europea depende de dos palabras: unidad y competitividad".
Para Zapatero la clave para conseguir el éxito es establecer un paquete de sanciones para que los países cumplan con los objetivos de esta "Estrategia 2020". Como recoge el periódico británico Financial Times el líder del Ejecutivo español se ha tomado su Presidencia semestral demasiado en serio, lo que puede generar problemas con otros Gobiernos, sobre todo si se otorga poderes que no le corresponden.
"¿Qué ha fallado? El cumplimiento. Porque el cumplimiento era puramente retórico", explicó Zapatero en un encuentro con la prensa europea celebrado con motivo del inicio de la presidencia española: "el Tratado de Lisboa prevé más coordinación, y para que ésta sea eficaz debemos dotar a la Comisión Europea de nuevos poderes (...) si Europa quiere mantener su fortaleza económica y quiere competir y ganar prosperidad, debe unirse. Cualquier otra cosa es una pérdida de tiempo".
Para lograr este objetivo, Zapatero defendió que la nueva estrategia económica "incluya medidas que actúen como incentivo y, si resulta aconsejable, medidas correctivas por lo que se refiere a los objetivos fijados en nuestas políticas económicas". El nuevo plan comenzará a discutirse en una cumbre extraordinaria convocada por el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para el 11 de febrero en Bruselas.
Por su parte el diario digital "Euobserver" introduce algo de luz sobre las posibles metas que quiere impulsar Zapatero. En un artículo elaborado por Andrew Willis se mencionan "políticas de energía común" y una nueva "economía de la era digital".