El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha aguantado las cerca de 7 horas que ha durado el Comité Federal del PSOE sin hablar de los impuestos, uno de los asuntos principales del cónclave. En una de sus intervenciones se limitaba a justificar sus intentos de frenar la crisis, reconociendo que "a veces gobernar, incluye improvisar". Eso sí, no cree que esto le reste coherencia.
Así, el presidente anunciaba que el Ejecutivo va a aplazar un año el pago de la deuda de los ayuntamientos con el Estado, que representa más de 1.500 millones de euros. Reconocía que los consistorios, debido a la crisis económica, atraviesan una situación difícil y "el Gobierno desea hacer un esfuerzo en apoyo de estas corporaciones".
También habló de recuperación. Desde que el Ejecutivo dejó de negar la crisis, intenta dar una fecha de salida. Ahora Zapatero insiste en que a finales de año llegará la recuperación, "en el umbral entre 2009 y 2010". Eso sí, reconoció que no se puede vaticinar cuando volverá a crearse empleo. El consenso de los analistas estima que la creación de puestos de trabajo no es posible mientras la economía no crezca por encima del 1,5%.
Pese a que numerosos analistas dan por hecho que 2009 finalizará con un déficit público de 120.000 millones (el 12% del PIB), y que la tasa de paro superará el 20%, Zapatero ha vuelto a decir que lo peor de la crisis ha pasado y el mayor descenso de la actividad se produjo en el primer trimestre de este año, y se mostró convencido de que en lo que queda de año habrá "un perfil mejor" y un "menor deterioro" del Producto Interior Bruto (PIB).
Apunta a las "rentas altas"
Tras estas reflexiones, predicciones y justificaciones, Zapatero esperó al final para hablar de impuestos. El pasado martes se mostraba convencido en el Senado de que "una mayoría de españoles" estaba de acuerdo en que les subieran los impuestos para ayudar a la gente más necesitada. Este sábado ha seguido en la misma línea y se ha mostrado convenido de que los ciudadanos aceptarán la subida.
Por lo demás, no ha sido capaz de aclarar qué impuestos subirán o en qué cuantía lo harán. Ni siquiera se ha referida a la posibilidad de crear un nuevo impuesto ecológico, se ha limitado a apuntar a las "rentas altas". Zapatero, aseguró que las subidas de impuestos van a tener "un sello: quienes más van a contribuir son los que tienen más capacidad de hacerlo".
Según dijo, "el discurso capitalista es el de la hipocresía: el Gobierno no debe intervenir en nada, pero todo depende del Gobierno", y añadió en cualquier caso que tiene claro "por dónde" se puede "recaudar de verdad en las rentas altas".
Sobre qué entiende el Ejecutivo por "rentas altas", Blanco dejó caer hace semanas que "una persona que tiene ingresos superiores a los 50.000 euros al año bien puede hacer una contribución extraordinaria en estos momentos de dificultad".
Descarta modificar el IRPF
En sus palabras de cierre a los dirigentes del partido, Zapatero expresó su temor de que esta crisis, aunque se salga de ella y se inicie la recuperación, provoque una "crisis de confianza" en la ciudadanía que "se consolide", según explicaron fuentes socialistas. "Ahora tenemos el riesgo de que esta crisis provoque una incertidumbre que nos haga dudar de nosotros mismos", advirtió.
El presidente del Gobierno insistió en que no se va a modificar el IRPF porque subirlo es "penalizar el trabajo", y reconoció que los datos de recaudación son "escandalosos", porque en España "los trabajadores tributan más que muchos empresarios".
En cambio, según un reciente estudio de Funcas, desde que Zapatero llegó al poder en 2004, la presión fiscal sobre la renta no ha dejado de subir. El pago del IRPF se ha elevado en casi 7.000 millones, lo que se traduce en 355 euros más sobre la renta de cada trabajador.
Dignificar "la vida de los ciudadanos"
En este sentido, lamentó que desde el sector empresarial se pida al Gobierno que baje más los impuestos y le critique por subirlos, cuando es el Estado el que está "asumiendo" una "pequeña parte" de la deuda que acumulan empresas y familias -que antes de la crisis era en su conjunto unas cuatro veces superior a la deuda pública-.
Explicó en este sentido, según las mismas fuentes, que hay pocas medianas y grandes empresas, y el tejido empresarial es por tanto "atomizado" y no puede ser competitivo, además de que faltan más proyectos empresariales que apuesten por la innovación.
La subida de impuestos, continuó, se aprobará pensando en amortiguar el déficit, vigilar la evolución de la deuda pública y, en definitiva, "pensando en el futuro". Añadió que la ciudadanía entenderá la subida si comprueba que "detrás hay una política seria de servicios públicos" y porque el objetivo que persigue es "vivir en un país con servicios sociales que dignifiquen la vida de los ciudadanos".
En su intervención, Zapatero también aseguró que el debate sobre la política económica es un "debate ganador" para el Gobierno, porque la ciudadanía entiende "que si no se hubiera apoyado a la economía no se sabe cómo habríamos acabado".
Perdido en materia laboral
También reconoció que es necesario un análisis del mercado laboral, porque aún "no están bien identificadas qué actividades son las que generan más empleo". Al hilo de esta reflexión, Zapatero explicó que cuando la tasa de paro estaba en el 8% "había trabajo y no había trabajadores".
Como ejemplo aseguró que por entonces, el presidente de la constructora ACS, Florentino Pérez, le explicaba que no encontraba trabajadores de la construcción y que la única mano de obra posible era la que procedía de los cayucos.
Apoyo público a Leire Pajín
Ya en otro orden de cosas, el presidente del Gobierno agradeció también a la Comisión Ejecutiva Federal de su partido su apoyo diario a la labor del Ejecutivo, aunque a veces, dijo, esta tarea sea "difícil" en la actual situación económica.
El líder socialista quiso personalizar su agradecimiento en la secretaria de Organización, Leire Pajín, y aprovechó para reivindicar que la número tres'del partido "debe estar en el Senado como le corresponde democráticamente".
Zapatero criticó así veladamente al PP a quien los socialistas acusan de bloquear el nombramiento de Pajín como senadora autonómica por la Comunidad Valenciana. Y además, acusó a su "adversario principal", el primer partido de la oposición, de tener "más enredos que ideas", y "poca capacidad de arrimar el hombro" con el Gobierno para salir de la crisis.
A su juicio, el PP tiene una "actitud evidente" de estimar que si al país las cosas le van mal "a ellos les pueda ir bien". "Pero no será así, ya lo veréis", defendió Zapatero ante los suyos, recalcando que el proyecto socialista de cohesión social y económica saldrá adelante "con un rumbo claro" y una "determinación total".
"Dos editoriales y tres tertulias lo cambian todo"
"Dos editoriales y tres tertulias lo cambian todo y hacen que hoy suban aquí varios compañeros y digan algo que no hubieran dicho hace nueve días: que me apoyan", ha ironizado el secretario general del PSOE, según han explicado fuentes socialistas.
Y es que, de acuerdo con su análisis de los hechos, "la tiranía de la política moderna es lo inmediato".
Como prueba de ello, ha indicado que en la reunión de este sábado apenas se ha hablado de la financiación autonómica, cuando ha sido un "debate crucial" en los medios de comunicación en meses pasados.
Comunican bien
Los guiños a los medios y grupos de comunicación no han faltado tampoco en el Comité Federal del PSOE. Dos días después de sacar adelante en el Congreso el Real Decreto Ley para dar luz verde a la TDT de pago, Zapatero ha señalado que
En "el panorama de medios de comunicación comunicamos bastante bien" teniendo en cuenta los resultados electorales obtenidos", ha señalado. Y es que son conocidas las buenas relaciones de Zapatero con Roures y Mediapró, que están provocando las iras del Grupo Prisa Juan Luis Cebrián. La TDT de pago es una nueva cesión a Mediapro.
Pese a todo, cuando se aprobó la medida Sebastián defendió esta iniciativa asegurando que supondrá una vía alternativa de ingresos para el sector y, al mismo tiempo, responde al interés general. "Interés general es que un Gobierno anteponga el beneficio colectivo de los ciudadanos al de cualquier grupo o cualquier empresa", aseguró.
En clave interna, ha pedido a sus compañeros de partido no hablar de candidatos para las elecciones autonómicas y municipales de 2011 hasta después de la Presidencia española de la UE. Será ese el momento apropiado, a partir de julio de 2010, para hacer una recapitulación, ya en un escenario en el que, según ha vaticinado, ya habrá llegado la recuperación económica.