Según informa Casimiro García Abadillo en El Mundo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene como prioridad reducir el déficit público entre 25.000 y 30.000 millones de euros en 2010. Es decir, recortar en un tercio el desequilibrio que este año elevará nuestro déficit a una tasa del10 por ciento sobre el PIB.
Concretamente, el jefe del Ejecutivo se propone, por un lado, lograr un aumento de la recaudación de un máximo de 15.000 millones de euros (como anunció en el Congreso) y, por otro, un recorte del gasto que supondría entre 12.000 y 15.000 millones de euros.
Con respecto a los ingresos, las fuentes consultadas por García Abadillo aseguran que solo la supresión del descuento de los 400 euros supondrá un ahorro fiscal en 2010 de unos 5.000 millones de euros.
Además, el Gobierno pretende subir en dos puntos el impuesto sobre plusvalías, que pasaría del 18 al 20 por ciento. De ahí, Zapatero pretende hacerse con unos 1.000 millones de euros.
El paquete de medidas, que el Gobierno lleva días sin concretar, también prevé una subida de los impuestos del alcohol, el tabaco y los hidrocarburos (el litro podría subir unos 15 céntimos), de donde se pretende recaudar otros 3.000 millones de euros.
Rodríguez Zapatero quiere también meterle mano al IVA y contempla una subida de hasta dos puntos. El Mundo recuerda que cada punto de IVA supone un aumento de la recaudación de 5.000 millones. Eso sí, la subida no sería inmediata para "no dañar la actividad económica".
Estas medidas tienen ahora que negociarse en el Congreso de los Diputados, principalmente con los grupos minoritarios a tenor de las declaraciones de Mariano Rajoy, que este mismo sábado rechazó pactar con el Gobierno porque "sería suicida apoyar esta política".
Hasta aquí lo referido a los ingresos, en cuanto al gasto, el Gobierno prevé hacer drásticos recortes en los ministerios de Innovación y Tecnología, en el de Industria y en el de Fomento.
Explica García Abadillo que en todos los ministerios tendrán que reducir el gasto pero serán los departamentos inversores los que, en mayor medida, van a sufrir el adelgazamiento.
Así las cosas, las inversiones en I+D+I se van a recortar en un tercio y algunas partidas del Ministerio de Industria podrían quedar reducidas al 50 por ciento de su actual presupuesto.
En cuanto al Ministerio de Fomento, seguirá manteniendo las obras en curso pero algunos de los proyectos podrían sufrir retrasos.