Ha sido poco después del desayuno de oración en Washington junto a Barack Obama. Un desayuno en el que Zapatero no ha dudado en acudir al antiguo testamento para evocar a la "explotación del jornalero".
Mientras, en nuestro país, 4,5 millones de personas permanecen en paro, 1,5 de ellos sin prestación por desempleo . Además, 1,2 millones de hogares mantienen a todos sus miembros en paro, el déficit crece camino del 12% y el diferencial de deuda pública española frente al bono alemán sigue creciendo, encareciendo las emisiones de deuda española, afectando al riesgo-país de la economía española.Un panorama que no le ha impedido dirigirse a los empresarios norteamericanos presentándose como el presidente de un gobierno impulsor, en Europa de "la economía innovadora y eficiente". Por este motivo, les ha pedido que "confíen" e "inviertan" en España.
En estos términos se ha pronunciado ante en el almuerzo coloquio que ha mantenido en la Cámara de Comercio de EEUU, la mayor federación de asociaciones de empresarios de Estados Unidos y del mundo, con más de tres millones de miembros, y al que asistieron también varios empresarios españoles.
Según han informado fuentes de Moncloa -el almuerzo no estuvo abierto a la prensa-, Zapatero consideró ante su auditorio que España tiene un "porcentaje de deuda sobre el PIB razonable".
Eso sí, consideró "llegado el momento" de que se repongan las cuentas públicas de las consecuencias de la crisis y explicó que por eso el Gobierno acaba de aprobar un plan de austeridad para reducir el déficit al 3% de aquí al 2013, según recoge Europa Press.
Zapatero insistió en que "se va a garantizar la buena calificación de España como país solvente" y puso en valor la solidez del sistema financiero español. España, dijo, "tiene un buen sistema que no se ha visto afectado por la crisis".
Este mismo jueves la Bolsa española ha sufrido su mayor desplome desde noviembre de 2008, con una caída del 6%. El pánico se ha impuesto entre los inversores al calor de las dudas sobre el riesgo-país de España, puesto en evidencia por parte de, entre otros, el comisario europeo Joaquín Almunia.