Agrego la mención a un comentario oído esta mañana en la tertulia de Federico (cito usando mis propias palabras):

"La situación actual de España podría haber sido mucho peor que la que es, pero nos "salva" el tener unas cuantas grandes entidades financieras muy solventes y saneadas, como son el Santander y el BBVA.

Afortunadamente, no funcionó el asalto que desde el gobierno se hizo a la cúpula del BBVA para así controlar la entidad desde el gobierno. Si aquello hubiera prosperado, el BBVA se habría dedicado a repartir créditos políticos a diestro y siniestro, con lo que ahora sería una más de las entidades 'necesitadas de salvamento'. Si así fuera, la situación actual de nuestra economía sería muchísimo peor que la que es."

Es triste ver cómo este gobierno pudre todo lo que toca. Y es más triste aún ver cómo la progrHez carga contra "los avariciosos banqueros" cuando la podredumbre no acompaña a "la banca" en sí, sino a "la intromisión política en la banca", que no es lo mismo.

Un saludo.

Comentaban el otro día en la tertulia de D. César (creo que era el profesor Centeno) que Irlanda no estaría quebrada si no hubiera decidido "salvar a la banca".

Lo del gobierno "avalando a la banca" significa que cuando la banca no pueda responder por sus deudas ni pueda refinanciarlas (y digo "cuando" en lugar de "si"), el marrón no lo van a tener ellos, sino los gobiernos que les han avalado, y los gobiernos SON los ciudadanos.

Mientras los bancos disfruten de "aval público" significará que ellos se seguirán endeudando, pero sin riesgo, ya que quien apoquinará en última instancia seremos todos nosotros con nuestros impuestos.

Y lo que es peor: puesto que ésto se realiza para la refinanciación de la deuda, significa que los ciudadanos pasamos a responder por los riesgos absurdos que los bancos asumieron durante la época expansiva de la burbuja financiera.

ESO es lo que pide ZP: cargar la deuda de los bancos (y Cajas de Ahorros, es decir, "y cortijos políticos") sobre las espaldas de los curritos, ahogándonos aún más a impuestos, y a nuestros hijos, y a los hijos de nuestros hijos...

¡Ya está bien, ladrones!

Un saludo.