L D (EFE) Yukos, la mayor petrolera privada rusa que se enfrenta ahora a la venta de su principal filial para asumir sus deudas fiscales –de más de 28.000 millones de dólares-, ha pedido declararse en quiebra, de acuerdo con la legislación de Estados Unidos.
La compañía ha presentado la solicitud en un juzgado del estado norteamericano de Texas, para emprender una reorganización de la empresa. El objetivo del grupo petrolero es intentar la paralización de la venta de su filial –que bombea el 60 por ciento del petróleo del grupo-, ya que, según Yukos, la Justicia estadounidense tiene, en materia de bancarrota, “jurisdicción mundial”. En principio, la empresa debería dirigirse a la Justicia de su país ya que es persona jurídica en Rusia.
Con esta medida, Yukos pretende frenar el proceso de venta del 76,79 por ciento de las acciones de su filial Yuganskneftegaz, que el gobierno ruso sacará a subasta, por vía de arbitraje, el próximo domingo. El precio de salida es de 8.645 millones de dólares, la mitad de su valor real, calculado por el banco JP Morgan entre 16.000 y 19.000 millones de dólares.
El principal candidato a hacerse con Yuganskneftegaz es Gazprom, el monopolio estatal ruso de gas, que previamente había conseguido eliminar al único rival extranjero en el sector, la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC).
Los accionistas amenazan ahora con apelar los resultados de la subasta y demandar al grupo de bancos occidentales que han prestado a Gazprom 10.000 millones de dólares para adquirir la filial de Yukos.