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¿Y después de Garoña?

Lo peculiar de la decisión del Gobierno sobre Garoña es que puede marcar el rumbo de la futura política energética española. A la decisión de la central de Burgos, en el puesto 31 del ranking de las más operativas, siguen las que afectarán a casi todas las demás.

L D (Mercedes R. Martín) En la actualidad, existen en España un total de ocho reactores nucleares que generan cerca del 20 por ciento de la energía eléctrica que se produce en nuestro país. En 2008, el porcentaje fue del 18,29 por ciento.

Como ocurre con Santa María de Garoña, todas las centrales de nuestro país trabajan con permisos de explotación de diez años, que deben ser renovados por el Gobierno tras un informe del Consejo de Seguridad Nuclear. Esta semana se conocerá el dictamen de los expertos sobre Garoña, y después llegará el del Ejecutivo. Una situación que va a repetirse en los próximos dos años con casi todas las centrales de nuestro país.

La central de Santa María de Garoña, inaugurada en 1971, es la más antigua de las que están en funcionamiento en España y en 2011 alcanzará los cuarenta años en funcionamiento. Por el mismo trámite pasarán en 2010, los reactores de Almaraz y Vandellós, y en 2011, los de Ascó y Cofrentes. Todos ellos necesitarán, como en el caso del reactor burgalés, de un permiso del Ejecutivo para seguir funcionando. Si se le denegara en todos los casos, supondría el cierre de la práctica totalidad de las centrales de nuestro país. Algo muy similar a lo que prometía Zapatero en su programa antes de llegar al poder.

Fuente: Foro Nuclear


Según informa el Foro Nuclear, las instalaciones nucleares españolas están realizando inversiones millonarias en sus instalaciones con vistas a un plazo que va más allá de los permisos de explotación actuales. En algunos casos, las centrales ya han presentado sus solicitudes a Industria para prorrogar su actividad. Esta es la situación de las seis centrales nucleares de nuestro país.

  • Santa María de Garoña (Burgos): es la que tiene menos potencia de las instaladas en España pero es una de las más fiables a escala mundial. Entró en funcionamiento en 1971 y ahora el Gobierno debe decidir si debe seguir funcionando durante más tiempo. En 2011 cumplirá 40 años en activo pero reactores de las mismas características en Estados Unidos están obteniendo permisos para operar durante 60 años.

  • Almaraz (Cáceres): en 1981 comenzó a funcionar el primer reactor y en 1983, el segundo. Propiedad de Iberdrola, Endesa y Unión FENOSA, la energía que se genera en esta central supone el 6,8 por ciento de la producida en España y el 27,4 por ciento de la energía nuclear de nuestro país. Es la siguiente en la lista y por ello presentó el 6 de junio del año pasado una solicitud a Industria para renovar su Autorización de Explotación. El actual vence el 8 de junio de 2010.

  • Ascó (Tarragona): constituida, como Almaraz, por dos reactores, fue noticia el pasado año por la fuga de partículas radiactivas en el emplazamiento de la central. Tras su análisis, se estableció que no hubo peligro para trabajadores, público y medio ambiente pero el suceso reabrió de nuevo el debate sobre la seguridad. Propiedad de Endesa, cumple su permiso actual de explotación en 2011, por lo que el año pasado comenzó la Revisión Periódica de Seguridad para preparar el informe del Consejo de Seguridad Nuclear.

  • Cofrentes (Valencia): comenzó a funcionar en 1984. Propiedad de Iberdrola, debe, como Ascó, renovar en 2011 su permiso de explotación para seguir funcionando. La energía que produce supone el 3,5 por ciento del total que se produce en nuestro país.

  • Vandellós II (Tarragona): inició su funcionamiento en marzo de 1988 y es propiedad de Endesa e Iberdrola. Su permiso para operar expira en julio de 2010, por lo que en julio tiene previsto presentar ante el ministerio que dirige Miguel Sebastián su solicitud para renovarlo por un periodo de diez años.

  • Trillo (Guadalajara): la central es la más moderna de las construidas en nuestro país. Comenzó a operar en 1988 y es propiedad de Iberdrola, Unión FENOSA, Hidrocantábrico y Nuclenor. Es la única de las centrales que no requerirá de una renovación de los permisos en esta legislatura. El suyo expira en noviembre de 2014.

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