LD (EFE) Según se explica en un boletín informativo interno de Volkswagen Navarra, la multinacional baraja además la posibilidad de enviar carrocerías desde Bratislava a otra planta europea para su montaje, medidas todas ellas que se consideran "factibles desde un punto de vista técnico".
En la planta de Bratislava, se indica en el boletín, comenzarán las contrataciones de eventuales a corto plazo, por lo que "se podrá fabricar el volumen adicional inmediatamente" y en las otras dos alternativas "podría comenzarse a trabajar en un periodo que iría entre las 4 y 6 semanas".
Respecto al sustituto del Polo, desde el área de coordinación para este modelo de la multinacional se indicó que "hasta la semana pasada se venía trabajando con unas premisas que contemplaban un volumen del sucesor del Polo en Navarra de más de 300.000 unidades", pero ahora "se están valorando otras alternativas que supondrían reducir en más de un tercio" la producción en la planta de Pamplona.
Por otro lado, acerca del ofrecimiento del Gobierno de Navarra de hacer un arbitraje en las negociaciones del convenio, bloqueadas tras quince meses de negociaciones, la dirección asegura en el boletín que estaría dispuesta a firmar antes del viernes con los sindicatos "el 95% de los puntos en los que podríamos estar ambas partes de acuerdo" y dejar para un laudo arbitral el 5% restante.
En ese sentido, el presidente de Volkswagen Navarra, Reinhard Jung, remitió la pasada semana un escrito al comité de empresa en el que instaba a llegar a un acuerdo antes del día 7 y anunciaba que, en caso contrario, la multinacional podría dejar de considerar a la fábrica de Pamplona como "alternativa principal" para el sucesor del modelo Polo.
En la planta de Bratislava, se indica en el boletín, comenzarán las contrataciones de eventuales a corto plazo, por lo que "se podrá fabricar el volumen adicional inmediatamente" y en las otras dos alternativas "podría comenzarse a trabajar en un periodo que iría entre las 4 y 6 semanas".
Respecto al sustituto del Polo, desde el área de coordinación para este modelo de la multinacional se indicó que "hasta la semana pasada se venía trabajando con unas premisas que contemplaban un volumen del sucesor del Polo en Navarra de más de 300.000 unidades", pero ahora "se están valorando otras alternativas que supondrían reducir en más de un tercio" la producción en la planta de Pamplona.
Por otro lado, acerca del ofrecimiento del Gobierno de Navarra de hacer un arbitraje en las negociaciones del convenio, bloqueadas tras quince meses de negociaciones, la dirección asegura en el boletín que estaría dispuesta a firmar antes del viernes con los sindicatos "el 95% de los puntos en los que podríamos estar ambas partes de acuerdo" y dejar para un laudo arbitral el 5% restante.
En ese sentido, el presidente de Volkswagen Navarra, Reinhard Jung, remitió la pasada semana un escrito al comité de empresa en el que instaba a llegar a un acuerdo antes del día 7 y anunciaba que, en caso contrario, la multinacional podría dejar de considerar a la fábrica de Pamplona como "alternativa principal" para el sucesor del modelo Polo.
Entretanto, la plantilla secunda una nueva jornada de paros
La plantilla de VW-Navarra secunda este jueves una nueva jornada de movilizaciones, con paros de cuatro horas por turno, mientras el comité de empresa se muestra dividido y no se conoce, de momento, ningún avance en la negociación del convenio. Los paros, que está previsto que se repitan el próximo día 11, han sido convocados por CC.OO., LAB y CGT en contra del criterio de CC y UGT.
En cuanto a la propuesta del Gobierno foral de someter a un arbitraje las diferencias que existen en el convenio, la dirección señala que está dispuesta a firmar antes del viernes con los sindicatos "el 95 por ciento de los puntos en los que podríamos estar ambas partes de acuerdo" y dejar para un laudo el 5 por ciento restante.
En cuanto a la propuesta del Gobierno foral de someter a un arbitraje las diferencias que existen en el convenio, la dirección señala que está dispuesta a firmar antes del viernes con los sindicatos "el 95 por ciento de los puntos en los que podríamos estar ambas partes de acuerdo" y dejar para un laudo el 5 por ciento restante.
Desde el comité de empresa piden, en primer lugar, que el Gobierno se dirija a este órgano de representación como tal y no sólo a los sindicatos mayoritarios. Además aseguran desconocer en qué 95 por ciento se supone que ambas partes están de acuerdo y, en todo caso, entienden que si la dirección está dispuesta a aceptar cambios en el otro 5 por ciento restante a través de un laudo también puede hacerlo mediante la negociación con el comité de empresa.