LD (L. Ramírez) La intervención de Caja Castilla-La Mancha supone una inflexión en la evolución de la crisis financiera en España y constata que el sector financiero español no está a salvo de las nacionalizaciones. Quedan ya lejos los tiempos en los que el Gobierno descartaba rescatar a bancos y cajas de ahorros en apuros y ahora hasta el Banco de España ha confirmado que el caso de CCM es el primero, pero no el último.
Aunque esta premisa no es del todo exacta, ya que el pasado octubre el sistema financiero español estuvo al borde del colapso –como ha reconocido recientemente el presidente del Gobierno- y el Estado acudió en su ayuda mediante una normativa que sentaba las bases de la entrada del sector público en el capital de bancos y cajas.
Además el Gobierno creó una línea de avales para las nuevas emisiones de deuda de las entidades financieras y un programa de inyecciones de liquidez disfrazadas de compras de activos. En realidad el Estado se hace cargo de unos activos (principalmente cédulas hipotecarias) que nadie sabe cuánto valen y que se han denominado como “tóxicos” en todos los países.
Y los problemas están lejos de desaparecer, como pusieron este martes de manifiesto el director del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Juan Iranzo, y el presidente de Analistas financieros Internacionales (AFI), Emilio Ontiveros, durante la presentación del número extraordinario de la revista Economistas “España 2008. Un balance”, editado por el Colegio de Economistas de Madrid.
Ontiveros consideró que si la recesión dura otro año más, con una tasa de paro cercana al 19% y una caída del PIB trimestre tras trimestre el sector financiero se enfrentará a un duro panorama.” Decenas de entidades financieras entrarán en pérdidas y tendrán problemas para lograr cubrir con sus recursos propios el incremento de la morosidad”. Es decir, que tendrán que desaparecer o ser recapitalizadas.
Este escenario es más que posible, según el Avance del Mercado Laboral, elaborado por AFI y la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett) y que fue adelantado por LD. El análisis de Ontiveros no deja lugar a la duda: “no hay sistema financiero en el mundo que aguante caídas cercanas a los 3 puntos del PIB, la destrucción de empleo sostenida y el aumento de la morosidad. Si la recesión continúa las dificultades se extenderán a otras entidades”.
No obstante, Iranzo quiso transmitir tranquilidad en medio de la turbulencia generada tras la intervención de CCM y descartó que se vayan a producir nacionalizaciones bancarias similares a las producidas en Reino Unido, Alemania, Francia, o EEUU. “Tenemos un sistema financiero enormemente eficiente, diversificado y bien supervisado. Esto no quiere decir que se deban descartar más intervenciones de entidades para solucionar sus problemas de liquidez”.
Aunque el director del IEE no eludió comentar los graves problemas a los que se enfrenta la economía española, unos riesgos que terminarán perjudicando seriamente al sector financiero si no se realizan reformas estructurales.
Hay que primar el ahorro
“En términos macroeconómicos, España es más vulnerable que la media por la inflación de los activos inmobiliarios, el elevado endeudamiento de las familias y la brecha de la balanza por cuenta corriente. Precisamente uno de los problemas de España es su falta de ahorro interno, por lo que sería vital que se primara fiscalmente el ahorro, con el objetivo de reducir nuestra necesidad de financiación exterior”, explicó Iranzo.
Precisamente, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria es la principal bomba de relojería que tienen los bancos y cajas españoles. Las actividades inmobiliarias superan el 50% del negocio financiero y si no se venden pisos las promotoras no podrán devolver los préstamos millonarios que solicitaron para la compra de solares.
Tanto Ontiveros como Iranzo reconocieron que estos impagos están “ocultos” por las refinanciaciones efectuadas con las entidades financieras (y bajo el paraguas del Instituto de Crédito Oficial (ICO), que aparece en todas los aplazamientos del pago de créditos a inmobiliarias).
Es decir, que si el sector del ladrillo no se recupera en el corto plazo la morosidad se disparará aún más en las entidades financieras. Una morosidad que también crecerá por los impagos hipotecarios de los más de cuatro millones de personas que están desempleadas en España.
Nada hace prever una recuperación del ladrillo en los próximos meses, como establece el Informe Recarte 2009, y han admitido los propios profesionales inmobiliarios.
Eso sí, Iranzo consideró que no se debe caer en la tentación de realizar nacionalizaciones masivas en el sector financiero, como en el caso de la crisis asiática de finales del siglo pasado, ya que se produce competencia desleal.
” Solo deben hacerse cuando se trata de una situación límite. De lo que no me cabe duda es que España se enfrentará de aquí a 18 meses a una reestructuración total del sistema financiero”, apostilló
Sector Inmobiliario y Bad Bank
Iranzo estimó que al final los bancos se convertirán en las principales promotoras con los pisos que sean embargados y con las promociones no vendidas, y destacó la apuesta del Santander por esta vía. El banco que preside Emilio Botín ofrece financiación para adquirir pisos rebajados en un 20%. La bajada de los precios de los activos es una de las claves para recuperar el crecimiento.
Los dos economistas plantearon la posibilidad de que en España se cree un bad bank (banco malo) que aglutine los activos inmobiliarios y los “segregue” de los balances de las entidades financieras. De esta forma se reduciría la aversión al riesgo y se sanearían los patrimonios financieros de los bancos y las cajas, sentando las bases para remontar el vuelo.
Esta iniciativa fue propuesta por la Administración de EEUU – recogiendo la política sueca de los años noventa- y también es vista con buenos ojos por Bruselas.
El problema que surge aquí es que el 70% del negocio de las cajas tiene que ver con el ladrillo, lo que les pone en una situación aún más difícil. Ante la posibilidad de que el Gobierno coja el toro por los cuernos y se decida a cambiar el régimen jurídico de las cajas de ahorros, con la privatización como objetivo, ambos economistas descartaron que este sea el momento oportuno. “Se podía haber hecho hace unos años, o se puede hacer dentro de un tiempo, pero ahora no”, sentenció Ontiveros
“Un bad bank sería necesario para segregar esos activos depreciados o de los que no se conoce su valor. Aunque sería un error sería pensar que esta crisis solo afecta a este subsector de la economía los bancos tienen que empezar a reconocer que lo que antes valía 100 ahora puede valer 50”
Una medida complementaria, señaló Iranzo, es asegurar que los pisos vuelvan al mercado es apostar por el alquiler, reformar la Ley de Arrendamientos Urbanos “al estilo Boyer”, es decir garantizando desahucios en dos meses y fijación libre de los contratos de arrendamiento sin límites temporales, como pasa ahora.
Peor que en la Crisis del 29: el G-20 debe coordinar reformas internacionales
“La aversión al riesgo es mayor que la que se produjo en la Gran Depresión que comenzó en 1929 y esto no se puede revertir con políticas nacionales. Ojala el G-20 extienda un mensaje de coordinación, porque de esta crisis no saldremos de forma unilateral y aislada. La clave está en la demanda agregada, de eso estoy totalmente seguro”, dijo el presidente de AFI.
Por lo tanto, para Ontiveros lo más adecuado es incrementar la renta disponible de los hogares y realizar políticas basadas en el gasto público.”En cuanto a la política de inyección de liquidez, creo que es adecuado poner a funcionar el helicóptero de Friedman, pero asegurándonos de que el dinero no cae todo en el mismo sitio”, dijo Ontiveros en referencia a la teoría del economista norteamericano Milton Friedman que ha sido recuperada por el presidente de la Fed, Ben Bernanke. “Es fundamental revitalizar la demanda agregada para volver a crecer”, sentenció.
Aunque Iranzo no está de acuerdo en este punto, para el máximo responsable del IEE "respecto a que el uso de políticas contracíclicas sea lo más adecuado, tengo serias dudas". Para Iranzo España debe mejorar la competitividad de la economía” y eso sólo se puede hacer con una flexibilización del mercado laboral, con una bajada de las cotizaciones sociales que se compense subiendo el IVA y primando fiscalmente el ahorro”.
Además, en contra de lo que dice el Gobierno, Iranzo explicó que el Estado no tienen margen para seguir endeudándose, porque el sector privado se ha endeudado demasiado. España tiene una necesidad de financiación de 190.000 millones de euros lo que perjudica la prima de riesgo del país y encarece los costes de las emisiones de deuda pública y privada.