LD (EFE) El responsable del BCE hizo una cerrada defensa del Pacto y aunque consideró que se puede introducir alguna mejora en su aplicación fue categórico al asegurar que "no son necesarios cambios en el texto del Tratado y del Pacto, en especial en lo que se refiere a los reglamentos".
Trichet dijo que "parece que hay una base común en los elementos para mejorar el brazo preventivo" del Pacto de Estabilidad –mecanismos para prevenir su incumplimiento– y agregó que, en este caso, el BCE está dispuesto a "apoyar y acompañar" las modificaciones. Sin embargo, se mostró mucho más cauto con los posibles cambios en "el brazo corrector del Pacto", el que se activa cuando los países no cumplen sus preceptos.
Para Trichet, las propuestas que "podrían permitir una distensión del procedimiento de déficit excesivo" no contribuyen a la solidez y a tener una Unión Económica y Monetaria saneada. Entre esas propuestas, se refirió a las que apuntan a un redefinición de las circunstancias excepcionales, el marco de tiempo para corregir los déficit excesivos, y la sugerencia de valorar los elementos específicos de cada país al analizar su situación.
Trichet advirtió que "las circunstancias nacionales son muy peligrosas", pues se necesita un trato "justo e igualitario para todos los países". En cuanto a la redefinición de las circunstancias excepcionales, Bruselas ha sugerido que se apliquen también en los casos en que exista un periodo prolongado de bajo crecimiento económico. Trichet consideró que "el concepto de crecimiento lento" le parece "bastante peligroso" y requiere de un análisis.
Trichet no es el único responsable económico que se ha mostrado cauto frente algunas de las propuestas de la reforma del PEC, y el Bundesbank alemán ha criticado que con las modificaciones propuestas "sería debilitado y no fortalecido". El debate sobre los cambios en el Pacto de Estabilidad fue lanzado por el anterior comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, como respuesta a la crisis creada con los déficit excesivos de Alemania y Francia.
Trichet dijo que "parece que hay una base común en los elementos para mejorar el brazo preventivo" del Pacto de Estabilidad –mecanismos para prevenir su incumplimiento– y agregó que, en este caso, el BCE está dispuesto a "apoyar y acompañar" las modificaciones. Sin embargo, se mostró mucho más cauto con los posibles cambios en "el brazo corrector del Pacto", el que se activa cuando los países no cumplen sus preceptos.
Para Trichet, las propuestas que "podrían permitir una distensión del procedimiento de déficit excesivo" no contribuyen a la solidez y a tener una Unión Económica y Monetaria saneada. Entre esas propuestas, se refirió a las que apuntan a un redefinición de las circunstancias excepcionales, el marco de tiempo para corregir los déficit excesivos, y la sugerencia de valorar los elementos específicos de cada país al analizar su situación.
Trichet advirtió que "las circunstancias nacionales son muy peligrosas", pues se necesita un trato "justo e igualitario para todos los países". En cuanto a la redefinición de las circunstancias excepcionales, Bruselas ha sugerido que se apliquen también en los casos en que exista un periodo prolongado de bajo crecimiento económico. Trichet consideró que "el concepto de crecimiento lento" le parece "bastante peligroso" y requiere de un análisis.
Trichet no es el único responsable económico que se ha mostrado cauto frente algunas de las propuestas de la reforma del PEC, y el Bundesbank alemán ha criticado que con las modificaciones propuestas "sería debilitado y no fortalecido". El debate sobre los cambios en el Pacto de Estabilidad fue lanzado por el anterior comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, como respuesta a la crisis creada con los déficit excesivos de Alemania y Francia.
Cambios anunciados por el comisario de economía, Joaquín Almunia
La Comisión Europea presentó este mes propuestas que consideraba estaban destinadas a fortalecer y mejorar la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), basadas en dar mayor importancia a la evolución de la deuda pública y la sostenibilidad de las finanzas, así como prestar atención a las circunstancias específicas de cada país.
Tanto el Ejecutivo comunitario como los ministros de Economía y Finanzas (Ecofín) coinciden en que no debe haber cambios en el Tratado ni en los límites del 3 por ciento del Producto Interior Bruto para el déficit público y del 60 por ciento para la deuda, pero no excluyen modificaciones en los reglamentos del Pacto si son necesarias.
Tanto el Ejecutivo comunitario como los ministros de Economía y Finanzas (Ecofín) coinciden en que no debe haber cambios en el Tratado ni en los límites del 3 por ciento del Producto Interior Bruto para el déficit público y del 60 por ciento para la deuda, pero no excluyen modificaciones en los reglamentos del Pacto si son necesarias.
El origen de estos cambios hay que buscarlo en el momento en el que Ecofín dejó en suspenso los mecanismos sancionadores del Pacto para esos dos países (en noviembre de 2003), decisión que fue recurrida por el Ejecutivo comunitario ante el Tribunal Europeo de Justicia, que dio la razón a Bruselas.