LD (EFE) La entidad monetaria europea pronostica que la economía de la Eurozona crecerá entre un 1,6 y un 2 por ciento este año, entre un 1,4 y un 2,4 por ciento en 2005 y entre un 1,7 y un 2,7 por ciento en 2006, ligeramente por debajo de su última previsión debido al aumento del precio del crudo. En septiembre, la entidad estimó un crecimiento de entre el 1,6 y el 2,2 por ciento para este ejercicio y entre el 1,8 y el 2,8 por ciento en 2005.
Además, el BCE también ha aumentado ligeramente sus previsiones de inflación hasta situarlas entre el 1,5 y el 2,5 por ciento, en 2005; y entre el 1 y el 2,2 por ciento, en 2006.
El euro alcanzó este jueves en el mercado de divisas de Fráncfort los 1,3385 dólares , un nuevo máximo histórico en la carrera alcista emprendida en las últimas semanas. A pesar de todo, el presidente del BCE, cuyo Consejo de Gobierno decidido mantener los tipos de interés de la Eurozona en el 2 por ciento, añadió que las condiciones siguen siendo favorables para que el crecimiento económico del área continúe. "Las exportaciones de la eurozona seguirán beneficiándose de las condiciones de la demanda global" , señaló el banquero galo, quien avanzó que las inversiones aumentarán y que hay señales de que el consumo privado tenderá a fortalecerse.
Trichet reconoció, sin embargo, que la evolución del precio del petróleo sigue suponiendo un riesgo a la baja para la coyuntura y que ello se ha reflejado en las previsiones internas del BCE para el crecimiento, algo menores de lo calculado en septiembre pasado. Sobre la inflación, el banquero dijo que, probablemente, se mantendrá por encima del 2 por ciento en los próximos meses, aunque todo indica que caerá por debajo de esta tasa "en el curso de 2005, si no se producen más conmociones adversas".