LD (EFE) "El mensaje del BCE es muy claro y lo repetiré otra vez: en el seno del consejo del banco nadie pide un aumento de los tipos y nadie ha pedido una disminución de los tipos, y ésa es la postura que mantenemos en el consejo de gobierno", ha asegurado Trichet hoy en Barcelona. Trichet ha insistido en que "nadie pedía una disminución de los tipos. Por tanto nos mantendremos constantemente alerta y velaremos por la estabilidad de los precios. Haremos lo necesario para anclar las expectativas de inflación".
El presidente del BCE ha pronunciado hoy una conferencia sobre "Globalización y Política Monetaria" organizada por el Banco Sabadell y la Graduate Barcelona London School Economics y en la que ha analizado la situación económica actual. Trichet ha recordado varias veces que el BCE "tiene el mandato de controlar la inflación y este mandato nos lo han dado los países miembros, y se han de mantener los precios en la zona euro cerca o por debajo del 2%".
Trichet ha recalcado "los riesgos potenciales para la estabilidad de precios a medio plazo" y ha señalado que "no sólo es lo que nos exige el mandato del BCE, es lo que nos demandan 320 millones de consumidores europeos". "Se ha exagerado el hecho de que ya no funcione la política monetaria cuando está claro que se puede definir la estabilidad de precios a largo plazo", ya que a su juicio "la inflación es un fenómeno monetario".
En opinión de Trichet, "desde el principio dijimos el objetivo principal del BCE es marcar y fijar la estabilidad de precios, y una vez que se consigue hay que buscar la armonización en los mercados monetarios". "En el BCE creemos que hemos contribuido a la creación de empleo a largo y medio plazo -15 millones de empleos desde que se creó el euro- y hemos contribuido en la confianza porque estamos para que se descuente que la inflación no va a subir y que el mercado monetario confíe en nosotros", ha argumentado el presidente del BCE para defender su estrategia.
Trichet se ha desmarcado de la postura de la Reserva Federal, que apuesta por agresivas rebajas de tipos, ya que "estamos anclando las expectativas de inflación aunque no añadamos el mismo tipo de incidencia en el tipo de interés, porque cada uno hace su trabajo. Y si no hiciésemos nuestro trabajo, subirían los tipos al incrementarse la inflación en la eurozona". "Esto también afectaría a la volatilidad. ¿Esto ayudaría en una coyuntura de turbulencias? Estoy convencido de que hacemos lo mejor, cada uno teniendo en cuenta su responsabilidad", ha zanjado Trichet respecto a la postura de Estados Unidos.
Trichet ha centrado todo su discurso en la inflación y ha alertado de que la evolución de los precios está afectado por tres factores que pueden volverse estructurales: la subida del petróleo, el incremento de los alimentos y la escalada de las materias primas, por lo que ha señalado que el BCE estará "especialmente alerta" y actuando a "largo plazo".
Empresarios, economistas y representantes del mundo de los negocios han acudido a escuchar a Trichet, entre ellos el consejero delgado de Abertis, Salvador Alemany, el director del BBVA en Cataluña, Pere Fontana, el presidente de la patronal Fomento del Trabajo, Joan Rosell, el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, el presidente de Freixenet, Pere Bonet, el presidente de la patronal Cecot, Antoni Abad, y el presidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra, entre otros
El presidente del BCE ha pronunciado hoy una conferencia sobre "Globalización y Política Monetaria" organizada por el Banco Sabadell y la Graduate Barcelona London School Economics y en la que ha analizado la situación económica actual. Trichet ha recordado varias veces que el BCE "tiene el mandato de controlar la inflación y este mandato nos lo han dado los países miembros, y se han de mantener los precios en la zona euro cerca o por debajo del 2%".
Trichet ha recalcado "los riesgos potenciales para la estabilidad de precios a medio plazo" y ha señalado que "no sólo es lo que nos exige el mandato del BCE, es lo que nos demandan 320 millones de consumidores europeos". "Se ha exagerado el hecho de que ya no funcione la política monetaria cuando está claro que se puede definir la estabilidad de precios a largo plazo", ya que a su juicio "la inflación es un fenómeno monetario".
En opinión de Trichet, "desde el principio dijimos el objetivo principal del BCE es marcar y fijar la estabilidad de precios, y una vez que se consigue hay que buscar la armonización en los mercados monetarios". "En el BCE creemos que hemos contribuido a la creación de empleo a largo y medio plazo -15 millones de empleos desde que se creó el euro- y hemos contribuido en la confianza porque estamos para que se descuente que la inflación no va a subir y que el mercado monetario confíe en nosotros", ha argumentado el presidente del BCE para defender su estrategia.
Trichet se ha desmarcado de la postura de la Reserva Federal, que apuesta por agresivas rebajas de tipos, ya que "estamos anclando las expectativas de inflación aunque no añadamos el mismo tipo de incidencia en el tipo de interés, porque cada uno hace su trabajo. Y si no hiciésemos nuestro trabajo, subirían los tipos al incrementarse la inflación en la eurozona". "Esto también afectaría a la volatilidad. ¿Esto ayudaría en una coyuntura de turbulencias? Estoy convencido de que hacemos lo mejor, cada uno teniendo en cuenta su responsabilidad", ha zanjado Trichet respecto a la postura de Estados Unidos.
Trichet ha centrado todo su discurso en la inflación y ha alertado de que la evolución de los precios está afectado por tres factores que pueden volverse estructurales: la subida del petróleo, el incremento de los alimentos y la escalada de las materias primas, por lo que ha señalado que el BCE estará "especialmente alerta" y actuando a "largo plazo".
Empresarios, economistas y representantes del mundo de los negocios han acudido a escuchar a Trichet, entre ellos el consejero delgado de Abertis, Salvador Alemany, el director del BBVA en Cataluña, Pere Fontana, el presidente de la patronal Fomento del Trabajo, Joan Rosell, el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, el presidente de Freixenet, Pere Bonet, el presidente de la patronal Cecot, Antoni Abad, y el presidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra, entre otros