(Libertad Digital) El ministerio de Trabajo explicó la semana pasada tras estudiar los datos de la EPA, que la reforma laboral de 1997 ha tenido un efecto muy positivo en el incremento de la contratación indefinida al lograr romper con una tendencia al alza que se inicia a mediados de los años 80 y que alcanza su máximo histórico en el tercer trimestre de 1995, en el que la tasa de temporalidad se sitúa en el 35,2 por ciento.En estos momentos es del 30,6 por ciento, 4 6 puntos porcentuales menos que hace ocho años.
El número de asalariados con contrato por tiempo indefinido crece a partir de 1997 por encima del aumento experimentado por los asalariados que tienen contrato temporal y esto sucede en todos los años desde aquella fecha. Según datos de la Encuesta de Población activa, el número de asalariados con contrato indefinido ha crecido, desde 1996 al segundo trimestre de 2003, en 3,3 millones. Ello significa que del total de nuevos asalariados de los últimos 7 años, el 79 por ciento han accedido al empleo con un contrato indefinido. La tasa de temporalidad ha pasado del 33,9 por ciento de 1996 al 33,5 por ciento de 1997, fecha de la reforma laboral, a 30,6 por ciento del segundo trimestre de este año.
Por el contrario, en los años anteriores, desde 1987 a 1996, el número de asalariados con contrato indefinido se había reducido en casi 480.000, mientras que los empleados con contrato temporal aumentaron en 1.785.000. La mayor parte de estos contratos indefinidos realizados desde la reforma de 1997 se encuadran en la modalidad de fomento de empleo indefinido que se estableció entonces, y que cuentan con algún tipo de bonificación en las cuotas a la Seguridad Social, lo cual pone de manifiesto el factor de "animación" que supone para las empresas, a la hora de decidir posibles contrataciones, la reducción de costes laborales. Una reducción que se lleva a cabo, además, sin que ello reduzca ni el salario ni la protección social del trabajador. Según Trabajo, estos datos concluyen que: mientras que en la segunda mitad de los años ochenta y primeros noventa, el crecimiento del empleo se producía como consecuencia del incremento del empleo temporal, a partir de la mitad de los años 90 el crecimiento del empleo obedece fundamentalmente al aumento del empleo estable.
De esta manera, el Ministerio de Trabajo bonificó, en los ocho primeros meses del año, 1,7 millones de contratos, de los cuales, el 82,3 por ciento (1,4 millones de empleos) eran indefinidos, según informó recoge la agencia Efe . Estas bonificaciones al empleo, que son selectivas y pretenden incentivar la contratación de los colectivos con más dificultades para acceder al mercado de trabajo, costaron al ministerio 173 millones de euros hasta agosto, según los mismos datos. Además, el 58 por ciento de los 1,7 millones de empleos bonificados eran conversiones de contratos temporales. Las mismas fuentes concretaron que los 1,4 millones de contratos indefinidos bonificados estaban acogidos a las reformas de 1997 y 2001. De ellos, casi 250.000 eran contratos a tiempo parcial y los restantes a tiempo completo. Entre las bonificaciones a los contratos indefinidos iniciales, es decir, que no proceden de conversiones, los colectivos más favorecidos fueron las mujeres (280.000) y los mayores de 45 (290.000).
En el caso de los contratos fijos procedentes de conversiones de temporales a indefinidos también hay mujeres y mayores de 45, o los dos, pero no tienen bonificación especial por ello, sino por ser conversiones al empleo fijo. Asimismo, el ministerio ha bonificado a los mayores de 60 años con más de cinco años de antigüedad en la empresa (140.000), a los contratos de formación (63.000), a los minusválidos (61.000) y a los de interinidad en sustitución de una baja por maternidad (20.000). De acuerdo con estos datos, Trabajo ha destinado una media de 76 euros mensuales a la bonificación de contratos procedentes de conversiones, 124 euros a los fijos iniciales, 274 a los de interinidad por maternidad, 328 a los minusválidos fijos a tiempo completo y 190 a los mayores de 60 años.
El número de asalariados con contrato por tiempo indefinido crece a partir de 1997 por encima del aumento experimentado por los asalariados que tienen contrato temporal y esto sucede en todos los años desde aquella fecha. Según datos de la Encuesta de Población activa, el número de asalariados con contrato indefinido ha crecido, desde 1996 al segundo trimestre de 2003, en 3,3 millones. Ello significa que del total de nuevos asalariados de los últimos 7 años, el 79 por ciento han accedido al empleo con un contrato indefinido. La tasa de temporalidad ha pasado del 33,9 por ciento de 1996 al 33,5 por ciento de 1997, fecha de la reforma laboral, a 30,6 por ciento del segundo trimestre de este año.
Por el contrario, en los años anteriores, desde 1987 a 1996, el número de asalariados con contrato indefinido se había reducido en casi 480.000, mientras que los empleados con contrato temporal aumentaron en 1.785.000. La mayor parte de estos contratos indefinidos realizados desde la reforma de 1997 se encuadran en la modalidad de fomento de empleo indefinido que se estableció entonces, y que cuentan con algún tipo de bonificación en las cuotas a la Seguridad Social, lo cual pone de manifiesto el factor de "animación" que supone para las empresas, a la hora de decidir posibles contrataciones, la reducción de costes laborales. Una reducción que se lleva a cabo, además, sin que ello reduzca ni el salario ni la protección social del trabajador. Según Trabajo, estos datos concluyen que: mientras que en la segunda mitad de los años ochenta y primeros noventa, el crecimiento del empleo se producía como consecuencia del incremento del empleo temporal, a partir de la mitad de los años 90 el crecimiento del empleo obedece fundamentalmente al aumento del empleo estable.
De esta manera, el Ministerio de Trabajo bonificó, en los ocho primeros meses del año, 1,7 millones de contratos, de los cuales, el 82,3 por ciento (1,4 millones de empleos) eran indefinidos, según informó recoge la agencia Efe . Estas bonificaciones al empleo, que son selectivas y pretenden incentivar la contratación de los colectivos con más dificultades para acceder al mercado de trabajo, costaron al ministerio 173 millones de euros hasta agosto, según los mismos datos. Además, el 58 por ciento de los 1,7 millones de empleos bonificados eran conversiones de contratos temporales. Las mismas fuentes concretaron que los 1,4 millones de contratos indefinidos bonificados estaban acogidos a las reformas de 1997 y 2001. De ellos, casi 250.000 eran contratos a tiempo parcial y los restantes a tiempo completo. Entre las bonificaciones a los contratos indefinidos iniciales, es decir, que no proceden de conversiones, los colectivos más favorecidos fueron las mujeres (280.000) y los mayores de 45 (290.000).
En el caso de los contratos fijos procedentes de conversiones de temporales a indefinidos también hay mujeres y mayores de 45, o los dos, pero no tienen bonificación especial por ello, sino por ser conversiones al empleo fijo. Asimismo, el ministerio ha bonificado a los mayores de 60 años con más de cinco años de antigüedad en la empresa (140.000), a los contratos de formación (63.000), a los minusválidos (61.000) y a los de interinidad en sustitución de una baja por maternidad (20.000). De acuerdo con estos datos, Trabajo ha destinado una media de 76 euros mensuales a la bonificación de contratos procedentes de conversiones, 124 euros a los fijos iniciales, 274 a los de interinidad por maternidad, 328 a los minusválidos fijos a tiempo completo y 190 a los mayores de 60 años.