L D (EFE) Según ha informado este lunes en Viena el secretariado del cártel, en el Golfo de México se produce alrededor del 25 por ciento del petróleo y el gas natural de consumo en EE.UU. Por otro lado, la OPEP hizo público el viernes a través de su presidente, el kuwaití Ahmad Fahad Al-Ahmad Al-Sabah, que la organización petrolera ha iniciado este fin de semana las consultas sobre un posible aumento de las cuotas de producción en 500.000 barriles por día para contener los precios.
La consultora de energía PVM señala que el 42 por ciento de la producción en las refinerías de esa región, que alcanza los 1,5 millones de barriles diarios, se ha interrumpido. Por otro lado, PVM también señala que en Angola, un importante productor africano de crudo, los temores se centran en el cese de la actividad por huelga en una planta de la multinacional petrolera Chevron, con una producción de 375.000 barriles diarios, aunque fuentes de la empresa esperan que vuelva a la normalidad en el inicio de esta semana.
Estas circunstancia allanan el camino a las subidas ante la ansiedad por la ajustada relación entre oferta y demanda de crudo a nivel mundial, y de productos destilados en EEUU, en particular. Los analistas coinciden en señalar que la capacidad ociosa de la OPEP, en torno a 1,5 millones de barriles diarios, es una cantidad insuficiente para afrontar una posible interrupción de suministros, de ahí el temor de los mercados al desabastecimiento.
En estas circunstancias, la OPEP lanzó el viernes a través de su presidente, el kuwaití Ahmad Fahad Al-Ahmad Al-Sabah, una señal al afirmar que la organización ha iniciado este fin de semana las consultas sobre un posible aumento de las cuotas de producción en 500.000 barriles por día para contener los precios. Esto se produjo tras una semana de vértigo para las cotizaciones del crudo, con una gran volatilidad, como se vio tras los atentados de Londres, donde los precios oscilaron hasta cinco dólares por el temor a los efectos sobre la economía.
Los expertos señalan que los atentados terroristas en Londres no han tenido mayores consecuencias sobre la economía y que no supondrán una caída de la demanda mundial de petróleo, como pasó tras los atentados del 11-S en Nueva York y Washington debido a una bajada del turismo. El viernes se impuso una jornada de toma de beneficios y el Petróleo Intermedio de Texas cayó en Nueva York hasta los 59,63 por barril, después de haber llegado a los 61,90 dólares durante la sesión.
El anuncio de la apertura de conversaciones de la OPEP sobre un posible incremento de la producción y las advertencias de los países del G-8 (las siete naciones más industrializadas y Rusia) sobre los efectos de un crudo caro sobre el crecimiento presionaron a la baja los precios. Aún así, los mercados se muestran inquietos por los efectos del huracán "Dennis", ya que recuerdan que el año pasado los precios de los combustibles sufrieron un fuerte ascenso, debido a los daños que causó en las refinerías del Golfo de México el paso de varios huracanes devastadores, entre ellos "Iván", "Frances" y Jeanne" en un lapso de tan sólo 44 días.