"¡Yo de mayor quiero ser sindicalista como tú!", bromeaba un diputado de CIU con los apenas cuatro sindicalistas que repartían propaganda a las puertas del Congreso. Los datos finales son que, entre el turno de mañana y de tarde, sólo 25 funcionarios han secundado la huelga en la Cámara Baja. Apenas un 5% de los 459 trabajadores públicos del Congreso.
Ni se ha notado. Sólo a primera hora, un corte del suministro de agua ponía la nota de color, aunque no dejaba de ser una anécdota, ya que la actividad parlamentaria era la de cualquier otro día. Ha tenido éxito el esfuerzo realizado desde el Congreso para garantizar el buen funcionamiento de la institución: unos servicios mínimos del 35% del personal de la cámara: ujieres, taquígrafos, administrativos y letrados.
IU, en servicios mínimos
De ahí que algún grupo de izquierdas haya querido echarles un cable a los que hoy salían a la calle. IU proponía esta mañana en la Junta de Portavoces aplazar el pleno habitual de los martes por la tarde, y dejarlo para el miércoles y el jueves, pero no encontraba el apoyo de ningún grupo parlamentario. Todos se han opuesto.
Algo que ha provocado que IU se haya declarado "en servicios mínimos". "Respondo desde el atril atendiendo a los servicios mínimos por la huelga", decía Gaspar Llamazares esta tarde rechazando subir a la tribuna de oradores. Sus "mínimos" se traducen en "menos protagonismo", explican fuentes del grupo ERC-IU-IVC a Libertad Digital. "Salvo en las iniciativas de ámbito económico, vamos a responder desde el escaño, y con un tiempo de exposición más breve".
Comprensión de los grupos
El resto de los grupos parlamentarios han comprendido "el enfado" de los funcionarios. Así lo decían Soraya Sáenz de Santamaría, Joan Ridao y Joan Herrera. "Su enfado es doble", explicaba la portavoz parlamentaria del PP, "y la responsable es la vicepresidenta de la Vega por haber jurado por escrito hace nueve meses un aumento de sueldo y después aplicarles un recorte en la nómina de hasta un 15%". Desde ERC, Joan Ridao hacía un símil: "creo que el Gobierno ha puesto en marcha una lavadora donde el centrifugado fuerte ha ido a parar a los más débiles: pensionistas y empleados públicos". Y desde su mismo grupo Joan Herrera remataba: "José Luis Rodríguez Zapatero va a provocar el mayor desmantelamiento social de este país".