LD (EFE) La producción energética de las “renovables” sufrió diversos altibajos durante la pasada década, vinculados fundamentalmente a las variaciones de la producción hidroeléctrica –dependiente del nivel de lluvias–, que se movió en una horquilla de entre 2 millones de toneladas equivalentes de petróleo, en 1995, a 3,5 millones en 2001, según el último informe de la AIE.
Así, el peso relativo de las “energías renovables” se redujo en la década de los 90 en España, al pasar del 6,8 por ciento en 1990 al 5,7 por ciento en 2000, aunque subió hasta el 6,5 por ciento en 2001 gracias al incremento de la generación hidroeléctrica.
En 2001, la energía hidroeléctrica representó un 43 por ciento del total de las renovables, la biomasa el 49 por ciento y la eólica y la solar el 7 por ciento. En ese mismo año, la principal fuente de energía en España fue el petróleo, que representó un 52,8 por ciento del total, seguido del carbón (14,7 por ciento), la producción nuclear (13,1 por ciento) y el gas (12,9 por ciento).
Entre 1985 y 2002, España dedicó una media de 13,4 millones de dólares anuales a la investigación sobre energías renovables, lo que representó en torno al 20 por ciento del dinero total dedicado a los trabajos sobre energía. Del total de fondos dedicados a la investigación de energías renovables, un 27 por ciento se consagró a la energía termo-solar, un 22,4 por ciento a las tecnologías de biomasa, un 18,3 por ciento a la energía foto-voltaica, un 11,6 por ciento a la eólica y un 9,5 por ciento a la calefacción solar.
Así, el peso relativo de las “energías renovables” se redujo en la década de los 90 en España, al pasar del 6,8 por ciento en 1990 al 5,7 por ciento en 2000, aunque subió hasta el 6,5 por ciento en 2001 gracias al incremento de la generación hidroeléctrica.
En 2001, la energía hidroeléctrica representó un 43 por ciento del total de las renovables, la biomasa el 49 por ciento y la eólica y la solar el 7 por ciento. En ese mismo año, la principal fuente de energía en España fue el petróleo, que representó un 52,8 por ciento del total, seguido del carbón (14,7 por ciento), la producción nuclear (13,1 por ciento) y el gas (12,9 por ciento).
Entre 1985 y 2002, España dedicó una media de 13,4 millones de dólares anuales a la investigación sobre energías renovables, lo que representó en torno al 20 por ciento del dinero total dedicado a los trabajos sobre energía. Del total de fondos dedicados a la investigación de energías renovables, un 27 por ciento se consagró a la energía termo-solar, un 22,4 por ciento a las tecnologías de biomasa, un 18,3 por ciento a la energía foto-voltaica, un 11,6 por ciento a la eólica y un 9,5 por ciento a la calefacción solar.