LD (Europa Press) El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, ha dicho este jueves que la economía ha crecido "seguramente en el entorno del 3,5 por ciento" en el cuarto trimestre de 2007, tres décimas menos que en el trimestre anterior, lo que supone, a su juicio, un crecimiento "muy robusto".
En comparecencia a petición propia en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso para informar sobre la actual coyuntura económica, Solbes achacó esta "gradual desaceleración" a una "coyuntura internacional menos favorable y a un progresivo ajuste en el sector inmobiliario".
Asimismo, afirmó que, fruto de este proceso de desaceleración, la economía crecerá un 3,8 por ciento en el conjunto de 2007 y un 3,1 por ciento en 2008, lo que supone "un ritmo de crecimiento elevado" y compatible con una "importante generación de empleo".
En este sentido, el vicepresidente económico del Gobierno apuntó que el crecimiento potencial de la economía ha sido "espectacular" en los últimos años, de manera que, actualmente, se sitúa en la horquilla del 3 por ciento-3,5 por ciento, aunque "más cerca del 3,5 por ciento". "Sinceramente, no veo un escenario de catastrofismo", apostilló.
En este punto, y tras señalar que esta desaceleración está viniendo acompañada de un "reequilibrio" de los distintos componentes del PIB, Solbes aseguró que se trata de una "evolución natural" y de un "fenómeno saludable", aunque reconoció que aún queda por hacer un "esfuerzo adicional" en materia de I+D+i.
Además, Solbes aprovechó este punto para arremeter contra las críticas vertidas desde el PP sobre la actual situación de la economía señalando que, paradójicamente, el 3 por ciento de crecimiento, que hace cuatro años era una "herencia económica inmejorable", hoy es motivo de "alarma y de interpretaciones catastrofistas".
Las tensiones inflacionistas
Sobre el repunte de la inflación --hasta el 4,3 por ciento en diciembre, según el último dato adelantado--, Solbes aseguró con un "no categórico" que "refleje problemas de fondo de la economía española", sino que se circunscribe, dijo, a "un problema relacionado con los mercados de crudo y cereales", a lo que añadió también la evolución de los precios de los servicios no comercializables.
Así, Solbes afirmó que "las tensiones sobre los precios no serán duraderas, siendo previsible que la inflación retorne a sus niveles habituales a partir de la primavera de este año". Concretamente, señaló que estas presiones inflacionistas "se agotarán en sí mismas", de forma que el año 2008 acabará con una tasa por debajo del 3 por ciento, en un escenario similar al actual.
Asimismo, el vicepresidente económico destacó la "notable inmunidad" ante los efectos de segunda vuelta demostrada por la economía española en situaciones similares años atrás.
Nada de planes de choque
En este punto, precisó que "nada sería peor que adoptar medidas de choque en respuesta a este temporal repunte inflacionista", ya que se limitarían a influir a muy corto plazo sobre los "síntomas" y crearían "numerosas distorsiones económicas".
Además, tras criticar los decretos ley aprobados por el PP en legislaturas pasadas para luchar contra la inflación, afirmó que la opción del Gobierno pasa por "una política fiscal ligeramente restrictiva", lejos de grandes subidas o bajadas impositivas.
En este sentido, rechazó la propuesta de CiU de rebajar el IRPF en un 5 por ciento vía retenciones, así como la tarifa eléctrica, ya que, en su opinión, fomentaría la demanda interna y aumentaría las presiones inflacionistas. Más aún, consideró que las medidas de choque "solucionan un problema político a corto plazo para el Gobierno, pero a costa de generar en el medio plazo problemas para la sociedad".
Tras esta apreciación, Solbes apuntó que la Comisión Nacional de Competencia (CNC) "ya está siguiendo" y vigila "que no aparezcan comportamientos anticompetitivos que, aprovechando el encarecimiento de algunos artículos, pudiesen elevar indebidamente sus márgenes".
Invita a los diputados a pasear por los bares
En este escenario, Solbes reconoció que el incremento del IPC "erosiona" las economías familiares, ya tocadas por el incremento de los tipos de interés. Sin embargo, restó importancia a la actual situación de endeudamiento de las familias."Claro que hay familias con dificultades, pero también las hay con pocas dificultades", precisó para a renglón seguido invitar a los diputados a pasear "por los bares de Madrid o Barcelona, por las autopistas los fines de semana o por cualquier centro comercial, y ver las colas que se han producido en las recientes fechas para comprar cosas".
En cualquier caso, Solbes precisó que las reformas fiscales que el Gobierno está planteando caminan hacia una "reducción en las rentas de trabajo en los niveles de menos ingresos".
Empleo
En el capítulo del empleo, el titular de Economía indicó que, si bien la desaceleración de la economía "tendrá cierta incidencia" sobre el mercado de trabajo, "no cabe pensar en un cambio significativo en la situación actual", de la que dijo, se caracteriza por el dinamismo en la creación de empleo y por registros históricos en las tasas de desempleo, actividad y ocupación.
En este capítulo, Solbes también se refirió al esperado trasvase del empleo destruido en la construcción hacia otros sectores, como la industria, y, al respecto, aseguró que "el trasvase de recursos productivos, tanto trabajo como capital, de unos sectores a otros se realizará sin excesivas fricciones". En último término, el ministro indicó que el superávit de las cuentas públicas permitirá afrontar "las vacas flacas" con "gran tranquilidad".
"La falta de patriotismo es no decir la verdad"
Por su parte, el portavoz adjunto del PP, Vicente Martínez-Pujalte, lamentó el "carácter poco valiente (de Solbes) para tomar medidas", al tiempo que, en respuesta a las recientes declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseveró que la falta de patriotismo "es no decir la verdad a los agentes económicos y los
ciudadanos".
Por su parte, el portavoz socialista en la Cámara Baja, Diego López Garrido, reprochó al PP su "cinismo" al tratar de "descalificar" en base a los "indicadores de un mes" la legislatura, y contrapuso "avances" como el incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) y de las pensiones mínimas a medidas "brutales" impulsadas por el Gobierno de José María Aznar, como el 'decretazo' de la reforma laboral. Desde CiU, su portavoz en materia económica, Josep-Sánchez Llibre, reprochó al Ejecutivo su "falta de previsión y sensibilidad social" al "sacralizar" el superávit fiscal.