(Libertad Digital) En una entrevista para La Mañana de la COPE, Carlos Iturgáiz lamentó las alabanzas a Evo Morales de la izquierda, que se registraron a la vez, "para recochineo", que llegaba "la noticia de la amenaza del BBVA". El Gobierno boliviano advirtió este lunes al BBVA y a Seguros Zurich de que intervendrían en los fondos de pensiones que tienen acciones en las petroleras que trabajan en el país andino si "en tres días" no entregan dichas acciones "a título gratuito".
A juicio de Iturgáiz, Evo Morales "ha sido invitado en el peor momento" por Josep Borrell, cuando "está haciendo lo que está haciendo". "Lo peor es", según el eurodiputado, "el puente de plata y la alfombra roja que le han puesto a este individuo". Como protesta, dijo Iturgáiz, "lo que lo que hizo el grupo del PPE fue ausentarse de la Cámara" y "dejarle ahí con la gente que quería aplaudirle y escuchar el discurso lamentable" que Morales "hizo en la sede parlamentaria europea".
Mientras, Pedro Solbes ya ha hecho sus primeras declaraciones respecto a la amenaza de Morales al BBVA. La reacción del vicepresidente segundo del Gobierno fue muy prudente. Solbes dijo, en declaraciones a la Cadena Ser, que sería "inaceptable" que el banco español tuviera que entregar sus acciones de forma gratuita, que es precisamente lo que ha exigido el Ejecutivo del país andino, que, además, ha impuesto un plazo: tres días.
"Hay que conocer los detalles", manifestó Solbes, que reconoció, sin embargo, que "no suena bien". "Si lo que quiere es quitarle la gestión de unos fondos que tenía con ciertas obligaciones habrá que ver que compensación hay que dar al BBVA". Y resaltó la importancia de la seguridad jurídica para invertir en un país extranjero, a tenor de lo que sucede en Bolivia. Si no la hay, "es muy difícil que las cosas acaben bien".
Morales celebra que Zapatero anule la deuda pese a "los problemas"
Tras su intervención en el Parlamento Europeo, el presidente
boliviano aprovechó su presencia en el continente para hacer una visita "semiprivada" en Francia, donde, sin embargo, no le ha recibido ningún miembro del Gobierno galo. Sí se entrevistó con un periodista del diario Le Figaro, con el que habló de su polémico decreto de nacionalización y su posible repercusión en las relaciones con los países de las petroleras que trabajan en el país andino.
Morales se mostró optimista respecto a las relaciones con el Ejecutivo español y con Zapatero en particular, que calificó de "excelentes". "Zapatero es nuestro aliado y queremos que Repsol siga en Bolivia, pero desde ahora como asociada, y no como patrona y propietaria", dijo el mandatario. Y celebró que, a pesar de los problemas derivados de la nacionalización, el Gobierno español haya "asumido el compromiso de anular la deuda bilateral para financiar programas de educación", un paso que podrían dar "otros gobiernos europeos y Japón", según el dirigente.
Respecto a la petrolera francesa afectada, Total, dijo que, según sus "informaciones, es la más flexible y la más sensible a las cuestiones sociales. Ahora se trata de negociar con el deseo de llegar a un acuerdo", explicó el líder boliviano, quien recordó que el decreto de nacionalización abre un periodo de 180 días antes de tomar una decisión definitiva. El presidente de Total afirmó, sin embargo, este lunes que no se quedarían en el país sudamericano bajo "cualquier condición".