(Libertad Digital) Después de meses negando la crisis económica, unos días después de la victoria electoral socialista Pedro Solbes aceptó que la economía crecería menos de lo previsto. Hace unas semanas, el Banco de España, organismo que dirige el ex secretario de Estado socialista Miguel Ángel Fernández Ordóñez, recortó su previsión de crecimiento del PIB hasta el 2,4 por ciento para este año y el 2,1 por ciento para el próximo ejercicio, lo que supondría una rebaja de siete décimas para este año y de nueve para el próximo.
Hoy, en declaraciones a la '"Cadena Ser", Pedro Solbes no hecho pública la rebaja oficial definitiva, aunque ha reconocido que se dará a conocer "muy pronto". Entretanto, ha dicho que la previsión del Banco de España es "una buena referencia", aunque ha admitido que la cifra media del consenso de los analistas sitúa el recorte del PIB hasta el 2,3 por ciento para 2008 y el 1,9 por ciento para 2009.
Durante la entrevista, Solbes dijo que "están terminando los números" para fijar la nueva previsión y explicó que todos los analistas que hacen previsiones utilizan sistemas parecidos, que arrojan una media de crecimiento de la economía del 2,3 por ciento para 2008 y del 1,9 por ciento para 2009, aunque haya otros como el Fondo Monetario Internacional (FMI) que lo sitúen por debajo (1,9 por ciento y 1,7 por ciento).
De hecho, los informes que maneja Economía ya sitúan el crecimiento económico en torno al 2,5 por ciento para 2008, tal y como avanzó Libertad Digital. El pasado viernes, durante la presentación del plan de choque para reactivar la economía nacional, Solbes reconoció la posibilidad de que el PIB español apenas avanzara un 2,3 por ciento en el presente ejercicio. Pese a ello, el fuerte deterioro que han experimnetado algunos de los prinicpales indicadores económicos a lo largo de los últimos meses indican que la nueva previsión de Solbes se quedará nuevamente corta.
Aunque las previsiones realizadas hace tan sólo 7 meses eran un punto inferiores a las que se barajan actualmente, 3,3 por ciento, el vicepresidente reconoció que la economía española está atravesando una desaceleración "en cierta medida prevista" tras trece años de crecimiento, consecuencia de la adaptación de la construcción y de la "excesiva" oferta y la demanda. "Esto pasa cuando alguien se da un atracón de algo y luego tiene que pasar una temporada para digerirlo", indicó.
El secretario de Estado de Economía, David Vegara, dijo el lunes que el anuncio se producirá "en las próximas semanas e incluso días", pero que, en cualquier caso, sería "antes del mes de mayo".
La tasa de paro subirá del 8,6 al 10 por ciento
Después de haber prometido pleno empleo durante la campaña electoral, Solbes reconoce, un mes y medio después, que la tasa de paro podría situarse en el diez por ciento de la población activa, desde el 8,6 por ciento actual, lo que hará que haya gente con menos ingresos y más gastos, situación que afectara al superávit que "para eso está", aseveró.
A su juicio, esta situación se prolongará durante un par de años. En este sentido, reiteró la necesidad de acometer cambios en el mercado laboral dentro del marco del diálogo social y defendió la moderación salarial, pese a su promesa de aumentar el Salario Mínimo Interprofesional, por lo que precisó que "si una empresa es productiva no hay ningún problema" en subir salarios "porque va a seguir teniendo los mismos costes".
Sus posiciones y las de Sebastián, "muchísimo más próximas"
Solbes aseguró que en el ámbito económico no discrepan en "demasiadas cosas" y que lo que les ha separado ha sido la visión "más conceptual" de la reforma fiscal que tenía Sebastián. Para Solbes, en la reforma fiscal hay elementos que sólo tienen sentido en la teoría pero no en la práctica, y aseguró que él "como corredor de fondo", pretende "ser pragmático".
También ha reconocido que ambos han tenido "una visión diferenciada del sector energético" pero hoy nuestras posiciones están muchísimo más próximas", dijo el vicepresidente, quien ha añadido que "cuando en un debate dos discuten con buena voluntad, al final uno cede y otro convence".
Por último, Solbes ha asegurado que el hecho de "ser el jefe" sólo implica que al final "alguien tiene que tomar la decisión", pero eso también implica oír la opinión de los demás y tomar en consideración los argumentos que son válidos.