LD (Lorenzo Ramírez) Cuando los medios de comunicación afines al Gobierno alabaron la “victoria” del vicepresidente económico, Pedro Solbes, en su debate electoral con el candidato del PP y ex presidente de Endesa, Manuel Pizarro, nadie en el entorno socialista consideraba la posibilidad de recesión económica. Incluso, aquellos que apuntaban el riesgo de reducción de la actividad eran calificados de “antipatriotas”, por poner en tela de juicio la salud de la economía nacional.
El pasado fin de semana, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández De la Vega, pidió a los embajadores de España en el extranjero que defendieran la “fortaleza” de la economía española, a pesar de que el crecimiento se situó en el 0,1 por ciento el último trimestre, el paro ha escalado ya al 11 por ciento y las cuentas públicas presentan un déficit que ronda los 10.000 millones de euros.
Además, la última revisión del cuadro macroeconómico realizada por Solbes apuntaba a un crecimiento del 1,6 por ciento en 2008, a pesar de que los ingresos tributarios se han hundido por la crisis inmobiliaria, el menor consumo de los ciudadanos y la pérdida de actividad en industria, turismo y servicios. Es decir, que todo apuntaba a una retracción del Producto Interior Bruto (PIB), y ahora el vicepresidente lo confirma.
En una entrevista concedida a la Cadena Ser, Solbes aseguró este martes que “existe posibilidad y riesgo de recesión” si bien, “el Gobierno no trabaja de momento con esa hipótesis”. Un argumento doble al que ya nos tienen acostumbrados los miembros del Ejecutivo, como sucedió en la lucha de declaraciones sobre la compra de suelo a las promotoras, en la contención del salario mínimo y en la batalla por la financiación autonómica.
Solbes justificó este cambio en el análisis de la situación actual por el descenso del PIB en la Unión Europea el segundo trimestre y admitió que “hay preocupación” al respecto. En esta línea afirmó que la situación en el tercer y cuarto trimestre en España será muy parecida a la del segundo (en el que hubo un crecimiento del 0,1 por ciento), y volvió a utilizar el símil futbolístico para definir su visión: "Estamos rozando el larguero y no sabemos si podemos estar por debajo del crecimiento cero".
3.000 millones extra por la subida del paro
El vicepresidente auguró que España saldrá bien de la crisis porque posee elementos "objetivos y sólidos", si bien reconoció que es "complejo" saber cuándo lo hará, aunque insistió en que en el segundo semestre de 2009 se podrá salir de la situación actual. Y a mal tiempo buena cara: Solbes garantizó el cobro de las pensiones y de las prestaciones por desempleo, ya que el sistema de la Seguridad Social "está saneado y sin dificultades".
Sin embargo, las cifras contradicen la opinión de Solbes, ya que el número medio de afiliados a la Seguridad Social está cayendo de forma fulminante. Durante el pasado mes de agosto había 19.137.556 de ocupados en el conjunto del sistema.
Es decir, 244.666 menos que el mes anterior, lo que supone una caída del 1,26 por ciento respecto a julio. En lo que va de año la caída acumulada es del 1,21 por ciento, mientras que en los últimos doce meses se registraron 148.629 afiliados menos, un 0,77 por ciento menos en tasa interanual.
Y el vicepresidente lo sabe, ya que indicó que el aumento del paro costará este año entre 2.500 y 3.000 millones de euros, que serán pagados por el Servicio Público de Empleo (antiguo Inem), mientras que el próximo año ese coste irá en los Presupuestos Generales del Estado, lo que supondrá "un esfuerzo de menor gasto en otro tipo de actividad".
Se equivocó también con el Euribor
Sobre la evolución futura del Euribor, Solbes recordó que el pasado año pensaba que no subiría más, circunstancia que al final no se produjo, augurio que repitió una vez más al asegurar que este tipo de referencia hipotecario puede estar en un periodo de "estabilización e incluso de reducción". Si no acertó entonces, nada hace presagiar que lo haga ahora. De hecho, informes del Ministerio de Vivienda lo desmienten de forma taxativa.
Para rizar el rizo, el vicepresidente admitió que la política del Gobierno en los últimos meses era “contar la realidad sin alarmar”, aunque admitió que ha habido factores que han empeorado las previsiones, como el precio del petróleo o las hipotecas de alto riesgo en EEUU (subprime), que “nadie adivinó la amplitud del problema” que han tenido, a pesar de que España sí tiene este tipo de hipotecas, como avanzó LD, y que los problemas de liquidez afectan a todos los mercados.
Incluso se permitió bromear con la negación de la crisis por parte del Ejecutivo, al señalar que la tardanza del Gobierno en aceptar que España estaba en crisis se convirtió al final en "una especie de juego", que desembocó en un debate "un poco absurdo".
Problemas financieros
Sobre el ajuste del sector de la construcción, afirmó que es difícil saber si ya ha tocado fondo. Solbes dijo que el Gobierno no puede intervenir en la política crediticia de los bancos y aseguró que la complejidad del mundo financiero hace que “no todo esté claro o transparente”.
Respecto a las declaraciones del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, a favor de suprimir la contratación de inmigrantes en origen, Solbes aseguró que la posición de éste es que "si tenemos aquí personas que pueden hacer ese trabajo, es de sentido común no traer más gente", en línea con lo defendido también por el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y en contra de la opinión de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.
Eso sí, para el portavoz del Grupo Parlamentario socialista en el Congreso, todas las visiones sobre las declaraciones de Corbacho son “compatibles”.