Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Esta frase popular encaja perfectamente con la actuación del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, desde que comenzó la sangría laboral. En octubre de 2008 aseguraba sin pestañear que la crisis financiera no era un problema real y que "en dos meses estaría finiquitada". Lejos de retractarse, tres meses después rechazó que España fuera a alcanzar en algún momento los cuatro millones de parados oficiales.
Enero de 2009. Durante una entrevista en Radio Nacional de España y preguntado sobre si el paro había tocado techo, el ministro de Trabajo respondió lo siguiente: "No llegaremos a los cuatro millones de ninguna de las maneras y nos quedaremos muy por debajo".
Pues bien, el número oficial de parados ascendió a 4.048.493 el pasado enero, 124.890 más que en diciembre. Es decir, que ya se ha superado la barrera que descartaba Corbacho hace un año. Pero si se analizan el profundidad las cifras publicadas este martes se descubre que el ministro oculta en sus estadísticas a 455.845 parados, con lo que la cifra real asciende a 4.504.338. De este modo, la tasa de paro roza ya el 19,6%.
Una cosa son los datos oficiales y otra muy distinta la cruda realidad. Según el informe oficial, España cuenta ya con 4.048.493 desempleados, su nivel más alto en toda la serie histórica comparable, que arranca en 1996, tras sumar 124.890 personas respecto a diciembre (un 3,1% más).
Además, en diciembre de 2009, por primera vez en la historia, los beneficiarios por desempleo superaron los tres millones de personas, un 30,9% más que en el mismo mes de 2008.
Pero desglosemos el maquillaje estadístico. Los parados ocultos son los denominados "OTROS DENOS" (Demandantes de Empleo no Ocupados) y "Demandantes de Empleo Especiales con disponibilidad limitada". Esto es, parados insertos en los "itinerarios activos de empleo" (cursillos formativos del INEM) y los Trabajadores Eventuales Agrarios (TEAAS), que suman 253.148 desempleados en enero.
Corbacho también saca de las listas de desempleo oficial a aquellos parados que buscan empleos de media jornada o sólo en su localidad que, en total suman otros 202.697 parados. Así, Trabajo se sirve de estas subclasificaciones de desempleados para maquillar las listas oficiales en 455.845 personas.
De este modo, en realidad, España cuenta en la actualidad con algo más de 4,5 millones de desempleados. Una cifra que, si se toma como referencia la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al cuarto trimestre de 2009 (22.993.500 personas), arrojaría una tasa de paro del 19,6%, muy similar a la tasa de paro que estima la oficina estadística europea (Eurostat).
Por otro lado, España comienza 2010 con un total de 5.436.637 demandantes de empleo, de los que 932.299 son ocupados, es decir, tienen un empleo pero desean cambiar de trabajo.
Algo más de 1,3 millones no cobran el paro
Por otro lado, el aumento del paro se materializa en un incremento del volumen de prestaciones de desempleo. Los datos de prestaciones siempre van con un mes de retraso respecto a las cifras de paro. Por eso, Trabajo ha publicado este martes las cifras del gasto en desempleo diciembre de 2009 y los datos de paro de enero de 2010.
De acuerdo con los datos del Ministerio, el número de solicitudes de prestaciones aumentó en diciembre un 70,4% interanual, hasta situarse en 992.336. En total, en el último mes del año 2009 se tramitaron 893.633 altas, un 67,9% más que en diciembre de 2008. El plazo medio de reconocimiento de la prestación fue de cuatro días, tres días menos que en igual mes de 2008, informa Europa Press.
Los beneficiarios de prestaciones por desempleo registrados a finales de diciembre de 2009 ascendieron a 3.034.712, un 30,9% más que en el mismo mes del año anterior. De este modo, teniendo en cuenta que el número real de parados en diciembre ascendió a 4.373.788, un total de 1.339.076 personas sin trabajo carecían de prestación.
El 14,98% de los preceptores en diciembre eran extranjeros. En concreto, el número de perceptores extranjeros de prestaciones por desempleo ascendió a 454.656, cifra que representa un aumento del 45,7% interanual, incremento que es superior entre los procedentes de países comunitarios (+46,1%). Los beneficiarios extranjeros suponen el 80,25% del total de demandantes de empleo no nacionales.
El paro cuesta 2.772 millones en diciembre
Como resultado de todo ello, la factura no deja de crecer para las arcas públicas (los contribuyentes). Así, los gastos totales de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) en prestaciones de desempleo ascendieron a 2.772 millones de euros el pasado diciembre, lo que representa un aumento del 20,9% interanual.
El gasto medio mensual por beneficiario, incluidas las cotizaciones a la Seguridad Social y excluyendo el subsidio agrario de Andalucía y Extremadura, se situó en 940,9 euros, lo que supone una reducción de 92,5 euros (-9%) sobre el mismo mes del año anterior.
La cuantía media bruta de la prestación contributiva percibida por beneficiario alcanzó en diciembre los 841,2 euros, con un repunte de 10,8 euros sobre 2008 (+1,3%).